El psicólogo le pide hora a Ramos

Pido, ahora que ya no está el psicólogo, que todos nos agarremos al espíritu de Sergio Ramos, que es más de hacer que de hablar. Y propongo, para empezar, que el capitán cambie el lema que preside el campo de entrenamiento. Como la pancarta parece cara, podemos aprovecharla. En vez del cursi y enigmático ‘¡Vamos a hacer que ocurra!’ pongamos ‘¡Vamos a ver quién se lo curra!’ , que refleja más el espíritu de Ramos y lo entendemos todos. El psicólogo, que el lunes, sólo unas horas antes de la espantada, me pegó una brasa de dos horas sobre que si nada debe distraernos del objetivo, que es el Mundial, que si no hay que perder energía en enfocar nada que no sea eso, que si tal y que si Pascual no se molestará si cambiamos la pancarta. Además, ahora estamos autorizados, hasta bendecidos diría yo, para poner en la pancarta lo que nos dé la real gana.

En fin, añoro esos años en los que se podía pasear por el campo base de España sin tener que interiorizar más lemas que los que soltaban Camacho, mi primer capitán, con su típico “¡Hay que correr hasta reventar!” seguido de una alusión cariñosa a su propia señora madre, o el último de Xavi, más fino si queremos, pero con idéntico mensaje. “Tiqui-taca, sí; pero con el balón. Sin la pelota, a correr”. Al final es lo mismo que piensa Sergio Ramos y sabemos todos.