Ensayo general con todo en Krasnodar, en un estadio fantástico que Matallanas me define como ‘un circo romano del siglo XXX.’ Jugarán Sergio Ramos, Sergio Busquets e Isco, ausentes ante Suiza, y se espera el equipo de gala, salvo Carvajal, que aún no está, pero que Lopetegui confía en no tener que descartar finalmente. Parece que su puesto lo ocupará Nacho, a pesar del partidazo de Odriozola ante los suizos. El estreno, dentro de seis días, es contra Portugal, y hará falta un lateral más firme en defensa, de ahí que en este ensayo final tenga ventaja Nacho. Odriozola es brillante en ataque, pero menos curtido atrás.

Enfrente estará Túnez, que no nos dice mucho, pero en el último año ha pasado del puesto 42 al 21 en el ‘ránking FIFA’, de la mano de Nabil Maaloul, que fue una gloria como jugador y ahora se ha convertido en héroe nacional por la forma en que conduce a la Selección, invicta bajo su mano, con cinco victorias y cuatro empates. Uno de ellos, por cierto, contra Portugal, que no es cualquier cosa. Su fuerte es el bloque defensivo, porque estrellas de ataque no tiene. Así que ya saben: veremos a España apretando en busca de una rendija. Ese es nuestro sino y eso es lo que hay que entrenar, incluyendo el tiro desde fuera, que apenas practicamos.

Y habrá VAR. No es la primera vez que se utiliza en un partido de La Roja. Recuerden que ya se hizo a modo experimental hace año y medio en un Francia-España. Y nos fue de perlas: le quitó un gol a Francia y nos devolvió a nosotros uno mal anulado. Velasco Carballo ilustró ayer a los jugadores sobre el funcionamiento, del que ya hemos dado cuenta aquí y lo hacemos hoy de nuevo. A Lopetegui le preocupa una cosa: la activación rápida del equipo tras las consultas del VAR, que suelen dar lugar a despistes. El VAR va a ser la gran novedad de este Mundial y todos deberemos aprender a mirar el fútbol de otra forma.