Una leyenda y un caballero
Paso a la leyenda. El Real Madrid pierde un gran entrenador pero gana una leyenda. Qué poco habitual es saber marcharse en lo más alto. Los motivos reales del adiós de Zidane sólo los conocerá él. Probablemente sean más elementales de lo que se quiere dar a entender. Puede que simplemente crea que su discurso en el vestuario se desgasta. Puede que haya tenido muy presente el final de su profesor Ancelotti en el Madrid. Saber evitar la puerta de atrás es un arte que muy pocos consiguen. Ahora que se cierra la edad de oro del francés conviene recordar cómo comenzó todo. Mucho antes de que llegara al primer equipo, Zidane fue el muñeco del pim pam pum, por aquello de no tener título de entrenador, y cuando Benítez fue cesado en Navidad de 2015 muchos entendieron que la llegada del francés era un tiro al aire que podía acabar pegando en un pie. Superar los títulos de Molowny en dos años y medio resulta casi milagroso.
Un caballero. Un tipo con la capacidad para confesar públicamente que no es el mejor en lo táctico pero que ha tenido muy claro dónde estaba su fortaleza: defender a su grupo de futbolistas por encima de todo. De portería a punta. De Keylor a Benzema. El entrenador que convenció a Cristiano de que debía parar, el entrenador que entendió que la bbC debía pasar a mejor vida. La constatación evidente de que entrenar a un grande es mucho más que una pizarra.
Otro argentino en el Botxo. Eduardo Berizzo ha caído de pie en Bilbao. La capacidad que tiene la afición del Athletic para regenerar su ilusión está fuera de toda duda, más aún si el elegido es uno de los discípulos más destacados de Bielsa. La Catedral no olvida cómo jugó su equipo y cantó aquello de "A lo loco se vive mejor". El Toto ya dejó claro que cada entrenador tiene su sello, pero la estela de Bielsa perdura. Un equipo que lo bordó en el mítico partido de Old Trafford y que acabaría alcanzando dos finales que se perderían. El ex de Celta o Sevilla encarna una versión más somera, más relajada que la que puso en práctica Bielsa. Tiene un profundo discurso, y eso gusta en una ciudad que necesita volver a Europa.
El espectáculo. Las finales de la NBA comenzaron con una tremenda exhibición de baloncesto. La victoria de Warriors en la prórroga pone el 1-0 ante Cavaliers. Vean a LeBron, hizo 51 puntos, uno de los grandes héroes deportivos de nuestro tiempo. Lucha solo contra el Equipo A que encabezan Curry, Thompson y Durant. Un deportista de 33 años que ha llevado a sus hombres a ocho finales de manera consecutiva y casi siempre disponiendo de una plantilla inferior a la del finalista. Se ha ganado el derecho a ser comparado con Michael Jordan y se merece ese debate. Mañana, segundo asalto.