La hora de las despedidas

El adiós. Por una vez me alegra que no haya nada en juego en esta Liga que mañana se cierra. Eso permitirá que el fútbol español se consiga resarcir de algo que casi nunca hizo bien: despedir a los mitos como se merecen. Fernando Torres y Andrés Iniesta tendrán una despedida a la altura de lo que han significado. Jugadores enormes como Raúl, Casillas, Valdés o Hierro no la tuvieron. El afán de este país por tirar abajo a sus ídolos ha sido enfermizo. Mañana se dará la vuelta a esa tortilla. Estoy seguro de que San Mamés también tendrá un detalle con David Fernández Borbalán, colegiado que lo deja tras catorce años en la élite. Tal y como contó Iturralde, el colegiado quiso La Catedral para su adiós.

Las cartas sobre la mesa. Las listas de los grandes favoritos al Mundial dejan muy claro el ADN de sus entrenadores. Caretas fuera. Deschamps pasa olímpicamente del control del partido. Una convocatoria con solo cinco centrocampistas y además de corte defensivo. Resulta muy llamativo que deje en la estacada a Kondogbia, se ve que no le queda nada de corazón che. O Rabiot, tipo de criterio. Jugará al vértigo. En Brasil, Tite lo tiene clarísimo, hace más de un mes que se atrevió a dar el once del primer partido mundialista, demostrando seguridad, un toque de chulería y de torpeza, ¿qué pensarán los suplentes? Löw debe descartar aún a cuatro, no se casa con nadie. Götze, que hizo el gol del cuarto título, no entra. En realidad, catorce campeones en Brasil no estarán en Rusia. Hubo retiradas ilustres obvio, la Mannschaft sigue renovándose para reeditar el título. En Argentina, Sampaoli medita como rodear a Messi, sobre todo si Dybala tiene un sitio después de pifiarla con unas declaraciones en las que confirmaba lo difícil que le resulta jugar con Leo. Sea cual sea la lista de Julen Lopetegui habrá críticas, obvio, pero estoy convencido de que será la más compensada entre los grandes favoritos.

El ejemplo de Asier. Cinco españoles conocen cada día que sufren esclerosis múltiple. Cada año 1.800 nuevos diagnósticos. Asier fue uno de ellos hace cinco años, es guipuzcoano y jugador de baloncesto. A pesar de convivir con la enfermedad su nivel se ha mantenido, es uno de los mejores jugadores de la categoría EBA. En un gesto muy importante para dar visibilidad a la enfermedad, Gipuzkoa Basket ha fichado a Asier para los dos últimos encuentros ACB. Mañana el primero. El jugador es muy activo en la recaudación de fondos que investiguen el origen de la enfermedad. "No esperes a que pase la tormenta, aprende a bailar bajo la lluvia" es el lema que se lee en las pulseras que Asier quiere en las muñecas solidarias de este país. Un ejemplazo, una esperanza.