La FIFA levanta un muro a Marruecos
Ya se olfatea, más allá de la final de Kiev, el Mundial. Estos son días de listas de seleccionados, de concentraciones, de nervios contenidos. En nuestro caso aún vivimos los ecos de las despedidas de sus clubes de Torres e Iniesta, autores de los dos goles que variaron el ritmo de nuestro fútbol, y estamos pendientes de lo que el Madrid haga en Kiev. Pero el resto del mundo está ya pensando en el Mundial de Rusia. Incluso aquí: la primera decisión de Luis Rubiales ha sido alargar, con acierto, el contrato de Lopetegui. Un mensaje de mirada larga, de confianza en un seleccionador que lo está bordando. No hay pega que ponerle.
Antes del Mundial habrá, además de Kiev, un hecho notable: la designación del escenario del Mundial 2026. Después de Rusia será Qatar, ¿y después de Qatar? Marruecos ha presentado su candidatura, que miro con simpatía, y no sólo por la proximidad. También porque va siendo hora de que le caiga un Mundial a la región de la Tierra en la que prendió el fútbol en tercer lugar, tras Europa y Sudamérica. Frente a la aspiración de Marruecos se alza la de una candidatura conjunta de Estados Unidos-Canadá-México, que no deja de resultar chocante en estos tiempos en los que el presidente americano pretende hacer un muro con su vecino del Sur.
Y sin embargo, hay señales inquietantes contra la candidatura de Marruecos. Sólo un día antes de cerrarse el plazo para la evaluación de candidaturas, se cambió el pliego de condiciones, en una maniobra impresentable que dificultaba las pretensiones marroquíes, a favor de la candidatura norteamericana. Cinco ‘hombres de negro’, de plena confianza de Infantino, decidirán antes de la votación, fijada para el 13 de junio, día del cónclave de la FIFA, si Marruecos pasa o no por ese filtro artificial creado tan a última hora. Suena a maniobra indigna destinada a evitar una votación de 211 federaciones en la que Marruecos contaría con ventaja.