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Can y Lallana, un buen alivio para el Liverpool

Apenas nadie repara en Milner, Henderson y Wijnaldum, los centrocampistas del Liverpool en la final contra el Real Madrid. No son estrellas, ni pretenden serlo. Su trabajo es percutir, quitar y entregar. Nadie espera de ellos la pizca de genialidad que en cualquier momento irrumpe a través de Modric, Kroos o Isco. A simple vista, el Real Madrid cuenta con una ventaja sideral en el medio campo, donde el Liverpool sólo puede oponer combate y abnegación.

No era la línea prevista cuando comenzó la temporada. Jurgen Klopp contaba con más gente y más versatilidad. Elegía los centrocampistas entre el alemán Emre Can, los ingleses Lallana, Henderson, Oxlade-Chamberlain y Milner, el holandés Wijnaldun y el brasileño Coutinho, más delantero que mediocampista, pero con la clase necesaria para poner orden en los ataques del Liverpool. Aquella colección de jugadores remitió por diversas razones: Coutinho fue traspasado al Barça por 150 millones de euros, Can sufrió en marzo una lesión en la espalda que le ha impedido jugar hasta ahora, Lallana se ha perdido 32 partidos por sus recurrentes problemas musculares y Oxlade-Chamberlain se rompió los ligamentos de la rodilla en la ida de la semifinal con el Roma.

Ha tenido un extraordinario mérito el Liverpool para alcanzar la final con tan pocos centrocampistas. En el partido del Olímpico de Roma, no había un solo medio en el banquillo del equipo inglés. Buena parte de los muchos problemas que atravesó el Liverpool procedieron del inexistente margen de maniobra de Klopp para mejor la línea de mediocampistas. Cuando la fatiga se transformó en extenuación, Henderson, Milner y Wiljnandum permanecieron obligatoriamente en el partido.

En condiciones normales, Can y Lallana serían titulares frente al Real Madrid. Can ha sido durante un año y medio la principal referencia entre los mediocampistas de los reds. Jugador poderoso, versátil (ha actuado como lateral derecho, interior derecho y medio centro), con carácter, buena pegada y olfato de gol, Can comprendió mejor que nadie el prontuario de Klopp en el Liverpool. Aunque de origen turco, es un futbolista con las habituales características alemanas. Su reciente lesión le impedirá disputar el Mundial (no está incluido en la lista de Joachim Low) pero ha sido un fijo en Alemania durante los dos últimos años.

No parece fácil que Can, con muy pocas sesiones de entrenamiento en las últimas semanas, figure en la alineación inicial en Kiev, pero es probable su presencia en alguna fase de la final. Si se produce, será su último partido con el Liverpool. Su destino es la Juve, donde jugará las próximas cinco temporadas y donde se le espera como sucesor de Khedira. En buena situación física, Can eleva notablemente la fiabilidad de la línea media del equipo. Lo mismo sucede con Lallana, que está en la lista de reservas de Southgate para disputar el Mundial.

Lallana es, con diferencia, el más creativo de los volantes del Liverpool. Futbolista fino, no es un indiscutible del Liverpool. Hay algo inconsistente en su juego, quizá porque rara vez ha podido disfrutar de una temporada entera sin lesiones. En su mejor versión, Lallana es el jugador ideal para asociarse con Salah y Firmino. Como sucede con Emre Can, difícilmente estará en el equipo inicial que se medirá con el Real Madrid. Sin embargo, por precaria que sea su condición física, la posibilidad de utilizarles significará un tremendo alivio para Klopp.

La ausencia de Oxlade-Chamberlain es relevante. Antiguo niño prodigio, llegó al Arsenal con 17 años. Extremo derecho durante toda su carrera, Klopp aprovechó la principal cualidad de Chamberlain (la conducción veloz) para incorporarle al medio campo como interior derecho. Su poderío en la conducción garantizaba un buen duelo con Kroos, el centrocampista más débil del Madrid en el capítulo defensivo. Será una baja notable en una línea donde Henderson es el jugador que dirige la incesante presión que caracteriza al Liverpool. Ejerce de capitán en toda regla. A su lado, Milner, 32 años, antiguo extremo, antiguo lateral, ahora centrocampista, se vacía hasta la extenuación y Wiljnandum, otro extremo reconvertido, colabora sin una queja en el trabajo de quitar y buscar inmediatamente a Salah, Firmino y Mané.