Hacer un equipo finalista le ha costado al Liverpool 433M€

El Liverpool jugará su octava final de Champions después de once años de su última aparición en una final de la máxima competición continental. Por aquel entonces, el Liverpool de 2007 era un equipo que había sido campeón de Europa muy recientemente (2005) con una plantilla muy consolidada, con jugadores de talla mundial como Gerrard, Xabi Alonso y Mascherano en el medio del campo. Desde entonces, el conjunto de Anflied ha ido vagando por la Premier llegando incluso a estar años sin pisar las competiciones europeas hasta la llegada de Jurgen Klöpp al banquillo. 

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Con el alemán al frente, el Liverpool alcanzó la final de Europa League en la temporada 2015/16 contra el Sevilla (3-1 venció el conjunto hispalense), cuando el extécnico del Borussia Dortmund no sumaba más de seis meses en el cargo. En su siguiente temporada, los 'red' realizaron una buen año y alcanzaron los puestos Champions para disputar este curso la competición de la que son finalistas junto al Real Madrid.

Obviamente, la figura de Klöpp y la eclosión de jugadores como Salah y Mané, o incluso Coutinho, que jugó en el Liverpool hasta enero de esta misma temporada, han sido vitales para afianzar un proyecto que lleva gestándose años. Pero no es la única clave de este éxito. La inversión en jugadores jóvenes con talento, el entendimiento con clubes vendedores como el Southampton y el mercado alemán han permitido al Liverpool hacer un equipo finalista con una inversión no mucho mayor a los 400 millones de euros, una cantidad relativamente pequeña teniendo en cuenta los precios actuales del mercado, y que esta misma temporada el club inglés ingresó por un solo jugador (Coutinho) 160 millones de euros.

El Southampton, fuente de la que beber

Si hay un club al que el Liverpool debe gran parte de su éxito ese es el Southampton. De la actual plantilla red, cinco jugadores proceden de este rival de la Premier, con el que la directiva de Anfield tiene muy buenas relaciones. Los dos defensas titulares son ex del Southampton, Lovren (25 millones de euros y Van Dijk (78,8 millones, el fichaje más caro de la historia del Liverpool), además del lateral Clayne (17,7). Lallana fue fichado en 2014 por 31 millones de euros y Mané, la gran estrella junto a Salah y Firmino, fue adquirido por 42,1 millones en verano de 2016.

Virgil Van Dijk

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