Paco López: tributo a los currantes
Paco López truncó la Liga invicta de Ernesto Valverde, a quien respeta muchísimo. Él entrenaba al Valencia B cuando el Txingurri ocupó el banquillo de Mestalla. La puerta de su despacho siempre estuvo abierta para Paco, con quien compartía métodos y conceptos, un trato de ‘colega’ que éste nunca olvidará. Ambos salieron a la vez del Valencia. Paco lo hizo con un contrato de renovación que prefirió no firmar. No porque no quisiera seguir, lo deseaba, sino porque se lo ofrecieron Manuel Llorente y Braulio Vázquez y él quiso esperar al desembarco de Amadeo Salvo y Rufete. Paco, en un gesto que le define, a sabiendas de que iba a producirse un relevo en la presidencia del Valencia, prefirió esperar hasta saber si de verdad contaban con él antes que firmar con los salientes y asegurarse, mínimo, un despido. Rufete apostó por Nico Estévez.
De Valencia se fue a Vila-real, donde concidió con Marcelino, y hace un año recaló en el filial del Levante, club del que fue su delantero. En Orriols, tras Muñiz, le dieron la oportunidad con la que todo técnico sueña y pocos tienen. Y Paco, con sus 25 de 30 puntos, ya renovado, el único que le ha ganado al Barcelona en Liga, es el mismo hombre de fútbol, humilde y currante que era cuando dirigía al Catarroja, Benidorm, Alcoyano o Cartagena.