La culpa de todo es de Guidetti
Hoy justo hace un año que Vigo se levantaba con los ojos rojos de tanto llorar. De llorar por desperdiciar la ocasión de su vida, entrar en una final de Europa League. Todavía está muy viva en la retina de todos los celtistas esa imagen de Guidetti golpeando al aire un balón que sólo tenía que empujar a la red. El cuadro de una noche negra. Y ahí, realmente, empezó el declive. Porque en un año el Celta ha pasado de ser un equipo que enamoró a Europa por su juego a convertirse en un conjunto ramplón de media tabla.
Yo me pregunto, ¿Qué hubiera pasado si Guidetti metiese ese maldito gol? ¿Se hubiera atrevido entonces Mouriño a no hacer el menor esfuerzo por retener a Berizzo? Seguramente no. Y entonces el Celta seguiría siendo un equipo ganador, un equipo con alma que persigue sus sueños hasta la muerte, que cree en una idea y la defiende con todas sus consecuencias. Recordando aquellos días cobra sentido la frase cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero al Celta no le valen las lamentaciones. Quedar fuera de Europa ha sido un fracaso, sí, pero tampoco hay que hacer de ello un drama. Fue un año malo y hay tiempo para levantarse. Eso sí, un asunto empieza a asustar, la posibilidad de que Aspas se vuelva a ir. Y entonces eso sí que sería un drama. Y todo por culpa de Guidetti...