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No hay Liga pero hay partido..., ¡vaya si hay partido!

Faltan tareas. El Barcelona ha hecho una gran temporada ganando con insultante autoridad Liga y Copa. Ha faltado continuidad y grandeza en la Champions. Una nube que se agiganta por la marcha del Real Madrid en esta competición y que afecta en demasía a gran parte del barcelonismo que, de un tiempo a esta parte de forma incomprensible para el que suscribe, se dedica a descontar títulos en vez de sumarlos. Nada se puede hacer ante lo que no depende de ti, por lo que el Barça debe de centrarse exclusivamente en lo que está en su mano, que no es poco.

Ganar el domingo. Lo primero es ganar el Clásico del domingo. Una victoria ante el Madrid el día que se estrena la condición de campeón de Liga sería el punto álgido de la fiesta que empezó a vivirse el lunes en la calle con la rúa, que también sirvió para despedir a Iniesta. Por otro lado, vendría a suponer el pago, al menos en parte, de esa deuda del equipo a sus aficionados por el patinazo de los cuartos de final en Roma. El Barça no estará en Kiev y allí no puede hacer nada más que sentarse y esperar el desenlace de un partido con la impotencia con la que observó la eliminatoria de los blancos ante el Bayern. Esta impotencia debe transformarse en acción el domingo en el Camp Nou. Ganarle al vigente campeón de Europa y actual finalista como se le derrotó en diciembre en su estadio por 0-3 debe ser una tarea de obligado cumplimiento. Es un partido para el orgullo de los jugadores de Ernesto Valverde.

Establecer un récord. Está a cuatro partidos el Barcelona de completar un campeonato sin perder un partido. Una gesta que pasa bastante desapercibida, pero que es un hecho insólito y digno de elogio. Probablemente, como pasa con tantas cosas, sólo la perspectiva del tiempo dará la medida de una gesta que está muy cerca y ante la que no se puede bajar los brazos. Evidentemente, el Real Madrid, próximo rival, se va a tomar esta circunstancia como una motivación. Tras la lamentable Liga perpetrada por los de Zidane, ganar en el Camp Nou sería un maquillaje brutal. No hay Liga, pero sí partido.

Iniesta. Será el último Clásico de Don Andrés, que anda renqueante pero apurará opciones para despedirse de LaLiga en su partido más global como se merece. Sobran los motivos para tomarse este partido absolutamente en serio. Y una vez acabe la Liga, ver la final de Champions con los deberes hechos.