Marruecos y el Mundial de 2026
Marruecos está seguro de sus posibilidades y de superar el desafío en su quinto intento de obtener el honor de organizar la fase final de un mundial tras las decepciones de organizar los campeonatos de 1994, 1998, 2006 y 2010. Todo ello no resulta ser impedimento para seguir insistiendo para alcanzar el gran sueño. Conseguirlo significaría aligerar el desarrollo de la infraestructura, sin tener como fin los ánimos lucrativos. La filosofía de la candidatura marroquí para recibir el Mundial de 2026 se basa sobre perspectivas humanas, de desarrollo, económicas y deportivas como fue en los intentos anteriores intentos, lo que da la impresión de que, por ésta vez el dossier marroquí parece bien basado y atractivo por estar preparado con gran profesionalidad gracias al recurso de grandes empresas especializadas en los grandes proyectos de comunicación y marketing, además de ser especializada en preparar proyectos con detalles técnicos acordes con las normas incluidas en las normativas exigidas.
Un proyecto perfecto
En muchas de sus apariciones mediáticas el Ministro de Industria y Comercio, encargado por el rey Mohamed VI para presidir el comité de candidatura marroquí afirma que Marruecos es un país que sigue el fútbol con pasión y que posee el compromiso total con el espíritu deportivo, comprometiéndose en organizar un campeonato acorde con los requisitos y normas previas según el dossier presentado para su estudio. Este consta de 40.000 páginas y 24 apartados de diferente temática y con perspectiva estratégica, la relación de la candidatura con las ansias de desarrollo sostenible, datos técnicos sobre el país así como los cuatro polos determinados por la FIFA y que son; los estadios, medios de transporte, espacios de entrenamientos y las residencias hoteleras. Respecto a la cuestión administrativa relacionada con la candidatura se ha procedido a la firma de más de 200 acuerdos y contratos con las ciudades propuestas, los estadios, los aeropuertos así como con las diferentes organizaciones oficiales y no gubernamentales. Marruecos afirma que todos los proyectos se llevarán a cabo tanto si se le concede la organización del Mundial como en caso de rechazo, compromiso llevado, también, con motivo de la solicitud de la organización del Mundial de 2010.
El presupuesto del Mundial, millonario en dólares
14 estadios en 10 ciudades
El dossier marroquí acredita 14 estadios en 10 ciudades, 12 de los mismos se ajustan a las normativas de la FIFA. Ciudades como Nador, Meknés, Ouerzazat, Marrakech y Casablanca (aledaños) conocerán la construcción de otro estadio y el hecho de construir otro complejo deportivo en Marrakech y en Casablanca se debe a que la infraestructura de las dos ciudades (campos para entrenamiento, hostelería idónea y cualificada y la red de comunicaciones) permite esa posibilidad. También se recurrirá a montar en algunos de sus estadios graderíos desmontables ya que la FIFA exige una capacidad de estadios de 80.000 espectadores para el partido de inauguración y para el de la final, de 60.000 o más para las semifinales y limita el aforo de los demás partidos a un mínimo de 40.000 asientos. Como el fútbol nacional no requiere la presencia de mucho público, esos graderíos desmontables se desinstalarían después de acabado el Mundial. En lo que concierne los estadios de Casablanca Ouxda y Tetuán, se mantendrán todas las reformas hechas, aún después de acabado el Mundial.
La proximidad a Europa
Marruecos considera que el hecho de estar a 14 km de Europa y en la línea GTM ayudará a que los horarios de los encuentros se amolden a los de todos los países del mundo. También se piensa en Marruecos que el hecho de organizar el mundial incidirá positivamente en los países limítrofes y de la zona a nivel económico, deportivo y de desarrollo, en general.
110.000 puestos de trabajo, nuevos
Entre lo más beneficioso para Marruecos durante el transcurso del Mundial, se generarían ciento diez mil puestos de trabajo nuevos de aquí hasta la finalización del Mundial ya que los trabajos y proyectos por efectuar requerirán tanta mano de obra para diferentes terrenos como sanidad, economía, turismo, transportes… El Mundial crearía puestos de trabajo paralelos que irían en pro del desarrollo de diferentes medios y que se extenderá hasta después de terminado el Mundial, según ha quedado expuesto por los máximos responsables del dossier de candidatura.