Un pasillo para Iniesta

Apareció a las 13:44 horas y habló durante seis emocionantes minutos para decirnos que se iba. Que esta temporada era la última. El niño que con 12 años lloró la primera noche que se quedó en La Masia mientras sus padres se volvían a su pueblo volvió a hacerlo delante de los que le acompañaron ese día de hace 22 años mientras ahora eran sus tres hijos los que le miraban a él, acompañados de sus compañeros, los técnicos, directivos y periodistas que le dedicaron una ovación tan sentida como las que lleva recibiendo de parte de la mayoría de aficiones, incluyendo las rivales.

Dice Andrés que es ley de vida, que no quiere seguir en su casa sin poder dar lo mejor de sí, que no se imaginaba un adiós mejor que este: siendo titular importante, querido y ganando títulos. Resumió que ni el ni el club se merecían que la situación se volviera incómoda.

Y ante esta situación, el fútbol español tiene muy pocas jornadas para homenajearle antes de perderle definitivamente para LaLiga. Sería del género tonto no aprovechar los escasos momentos que nos quedan para disfrutar de él. Y uno de esos momentos es absolutamente global: el partido más visto del mundo. El Clásico del próximo 6 de mayo será el último de Iniesta, la mejor ocasión para dejarnos de tonterías y hacer de verdad un gesto para la historia del fútbol español, un pasillo de los dos equipos a Don Andrés Iniesta y que el mundo llore de emoción con nosotros.