El míster cree en "monsieur" Varane

Qué no vengan a hablar de favoritismo ligado a la nacionalidad de los dos protagonistas. Hay que ser muy retorcido para pensar que el entrenador del Madrid confía en un jugador porque ambos coinciden en el color de su pasaporte. Al igual que Zinedine Zidane apuesta por Karim Benzema porque cree firmemente que es el mejor posible para la punta de su equipo, hizo todo lo posible en el verano del 2016 para que Raphaël Varane no escuche más los cantos de sirena de José Mourinho y que se quede en la capital de España. El míster estaba convencido de que, una vez liberado de sus pequeños (pero recurrentes) problemas físicos, el central sería capaz de confirmar todas las esperanzas depositadas en él. Cierto es que Varane tardó un poco más de lo previsto para demostrar una real constancia atlética pero a día de hoy lleva cuatro meses sin ninguna molestia muscular. El galo ya es capaz de controlar la fragilidad de su cuerpo, causada por la difícil adecuación entre su gran altura y su impresionante velocidad.

Sólo falta que el ex del Lens demuestre su personalidad en un partido de suma importancia sin la relajante protección de Sergio Ramos. Zidane no le pide a Varane que sea otro sino que imponga su forma de ser y de jugar y que sea escuchado y respetado como un líder. No sólo como el simpático acompañante de un “monstro” del fútbol como el de Camas. Por ello el encuentro de esta noche puede marcar un antes y un después en la carrera de Varane. Y evitar que los dirigentes del Madrid busquen a un peso pesado para la próxima temporada.