Una Liga resuelta antes de la cuenta

Recuerdo que Luis siempre decía que en la Liga vendemos humo hasta las últimas jornadas, que es cuando se decide todo. En términos generales se puede decir que tenía razón. Los puntos valen lo mismo al principio que al final, pero es en el último tramo cuando se disputan de otra forma, porque más allá no hay enmienda. Por eso esta me parece una Liga rara. No recuerdo otro caso en el que a falta de ocho jornadas tuviéramos tantas cosas por resueltas. Casi todas las importantes. Empezando por el título. El Barça ya echa cuentas de cuándo caerá, y salta otra vez el morbo de si habrá o no habrá pasillo en el próximo Clásico.

Pero no es sólo el título. Tras él, van tres a la Champions y ya sabemos quiénes son. Este año, a diferencia de los pasados, el cuarto va directo a la Champions, sin eliminatoria previa, como el segundo y el tercero, de manera que en la práctica son puestos intercambiables. Del cuarto, el Valencia, al quinto, hay todo un barranco de quince puntos. Respecto al descenso, hay un corte de siete puntos entre Las Palmas, tercero por la cola y el anterior, el Levante. El próximo domingo juegan en Orriols. Todo lo que no fuera una victoria de Las Palmas allí, dejaría en la práctica cerrado el descenso como crónica de una muerte anunciada.

En realidad sólo está abierta la zona ‘UEFA League’, tres plazas (una para el campeón de Copa, que normalmente correrá al séptimo). Basta mirar la tabla para ver que a ese séptimo puesto pueden aspirar muchos, entre ellos el Girona, equipo revelación de la temporada. Sólo cinco puntos le separan del undécimo. Ahí, a esa zona tenida ‘por templada’ es donde se ha trasladado el calor de este campeonato, que ha ido desvelando todos sus demás secretos antes de tiempo. Una rareza. A cambio, tenemos emociones de alta intensidad en las dos competiciones europeas, a las que llegamos a cuartos con cuatro equipos.