Peña de Ojén, el pueblo del aguardiente de Cela y las memorias de De Gaulle

Aguardiente con historia.  Ojén es un coqueto pueblecito serrano ubicado a sólo 8 kilómetros de Marbella. Pero a pesar de su belleza, sus 3.517 habitantes censados asumen que la fama de su pueblo se debe a su legendario aguardiante, inmortalizado por Camilo José Cela en La Colmena: “El Ojén es el mejor aguardiente del mundo; es estomacal, diurético y reconstituyente; cría sangre y aleja el espectro de la impotencia...”. En Ojén presumen de que en el siglo XX llegó a ser un licor tan famoso en el mundo “como la Coca Cola”. Y no les falta razón. Aparte de Cela, en su Bodegón lo puso Picasso, le encantaba a Rosalía de Castro y a La Maharaní de Kapurtala, Anita Delgado, que se casó muy joven con un príncipe de la India y solía pedir un Ojén en las cafeterías más glamurosas de París. Y se hizo muy famosa la música para publicitarla, con siete golpecitos que la gente daba en la barra del bar al entrar. El camarero ya sabía lo que había pedido el cliente aunque no dijese nada...

Más ilustres. Las sorpresas que esconde Ojén no acaban con su aguardiente. También aquí escribió una parte de sus memorias el general Charles De Gaulle. El que fuera presidente de la V República de Francia, entre 1958 y 1969, estuvo alojado en el Parador del Juanar (antes había sido refugio de caza del Marqués de Larios) entre el 13 y el 27 de junio de 1968. Se sentía amenazado por el terrorismo, cruzó los Pirineos y buscó refugio en un pueblo tranquilo y alejado del foco mediático para adelantar su obra. Ojén le dio la tranquilidad que buscaba en esas semanas. El día que se fue dejó a los empleados una propina de 50.000 pesetas, el equivalente al sueldo entero de un mes para toda la plantilla del Parador. Una copia del cheque se conserva aún en la recepción como prueba de todo aquello...

La peña. El madridismo siempre estuvo activo en Málaga. “El 70% del pueblo somos del Madrid”, me dice Diego Santos Márquez, el presidente. Se inauguró la peña el año pasado, con los fastos felices de la Duodécima. Y en pocos meses ya han reunido a 110 socios. Lo constaté en el coloquio que mantuvimos en el Salón de Actos del Ayuntamiento, con el alcalde presente. Y el edil, le apodan Nono, también es del Madrid. Y las casas, todas blancas en un paisaje único. “Roncero, hay muchos madridistas que van a la playa a Marbella, pero tienen casa aquí. Julio Iglesias, sin ir más lejos...”. Y si cae la 12+1, Diego me recomienda que lo celebremos tomando unos churros mojados en agua y sal. “Están muy buenos. Aquí es una tradición...”.