El 1-4-4-2 se asienta en el Madrid

No soy de los que piensan que los sistemas tácticos, los dibujos o las estructuras determinan cómo juega un equipo. Creo que son puntos de partida y que a partir de ahí, la manera en la que ocupes los espacios y te organices para defender y atacar acaban dictando el desarrollo del juego. También, por supuesto, las características de los futbolistas que elijas marcarán de manera definitiva el modelo de juego de un equipo.

En el Real Madrid se está consolidando de forma llamativa el 1-4-4-2, donde Zidane ha encontrado muchas cosas positivas como para seguir insistiendo con él. Primero, el equipo está más equilibrado. El retorno de los dos jugadores de banda, Lucas Vázquez y Marco Asensio, en las ayudas a los laterales provoca que no se sufra apenas en la transición ataque-defensa y que tanto Carvajal como Marcelo se sientan seguros y libres de sumarse a campo contrario con garantías al tener las espaldas cubiertas. El tener a estos dos extremos también está ayudando a que el equipo blanco tenga amenaza constante por los costados, algo de lo que se beneficia Cristiano Ronaldo: sus números se han vuelto a disparar desde que se le alimenta como debe.

Lucha por un lugar. Ayer, cuando Gareth Bale salió al campo, coincidió con Cristiano y Benzema en esos veinte minutos de que dispuso el jugador galés, pero el dibujo no cambió por eso a tres atacantes, la famosa BBC.

Esto indica que Zidane lo tiene claro en esta parte decisiva de la temporada y creo sinceramente que ese puesto, centrocampista por banda izquierda, puede venirle como anillo al dedo a Bale, a pierna natural, pudiendo desplegar toda su fortaleza y lucir su prodigiosa zurda como mostró en otras ocasiones. Competirá para ese puesto con Asensio. Supongo que las dudas del francés llegarán a la hora de elegir a los dos del medio, pero benditas dudas cuando hay tantos jugadores subidos al carro bueno a día de hoy.