LaLiga le gana el pulso a la Premier

Después de Manchester, Barcelona. Después del Sevilla, el Barça. La visita del Chelsea, con 1-1 en la ida, inquietaba, y por lo visto en el partido, había razones para ello. El Chelsea es un muy buen equipo, con el que además el Barça ha ido tejiendo una reciente rivalidad por la frecuencia con que el sorteo les enfrenta. Buen equipo el Chelsea, decía, se vio allí y se vio aquí, pero sin suerte (ha acumulado cuatro remates al palo en la eliminatoria). Y sin Messi. Messi lo tuvo enfrente y resolvió el partido marcando dos goles (ya ha alcanzado los cien en la Champions) y dando otro. Messi hizo inútil el largo y buen esfuerzo del Chelsea.

Por cierto, que la salida del equipo londinense fue impresentable. Qué quieren, al fin y al cabo Conte es italiano. Pero a Messi no le costó ni tres minutos saltar ese dispositivo, con un asalto al área culminado con una sotanita a Courtois. Bendito gol. El Chelsea se tuvo que desplegar y nos ofreció un partido hermoso. Tiene muy buenos jugadores y tiene orgullo. Kanté es soberbio en el quite y la distribución, Marcos Alonso es el peligro que llega de lejos, Willian es una maravilla cuando arranca... Se le ha visto brillar más en esta eliminatoria que a Hazard, más predicado, objetivo del Madrid, pero que ha pesado bastante poco.

El Chelsea atacaba, pero por ahí quedaba Messi, suelto, como despistado, según suele. Aparcando bien, que dijo Mendilíbar. Todavía en el primer tiempo, le robó la merienda a Cesc, que se complicó un control, corrió al área, atrajo todas las miradas y cruzó un pase para que Dembélé machacara. Y vuelta a su caminar despistado, hasta que entrada ya la segunda parte cazó otro balón por ahí, se fue de todo el mundo y se lo coló de nuevo entre las piernas a Courtois. El partido fue en una dirección, pero los goles cayeron en la otra. Un gran partido y tres equipos españoles en cuartos, por sólo dos ingleses. LaLiga le gana el pulso a la Premier.