Skomina estuvo bien a nivel técnico y no fue penalti de Piqué
Skomina. El colegiado esloveno es de los que piensa demasiado lo que pita. El Barça es uno de los equipos más difíciles de pitar en cuanto a posición arbitral. Cuando ataca no es tan directo y defienden con 7 u 8 jugadores por detrás del balón, empiezan a tocar de un lado al otro y el árbitro, que debe estar por detrás del balón, si hay un pase en profundidad le pillan un montón de jugadores entre él y el balón además de estar a 30 metros de la acción. Por eso el árbitro ha molestado, se le notaba incómodo buscando una mejor posición.
Falta sobre Suárez (15’). Christensen se sube encima de Luis Suárez, en la Premier esas faltas están más consentidas.
Amarilla a Sergi Roberto (21’). Es justa, agarra y se quita de en medio a Hazard y a mí me parecía innecesaria porque está en el medio del campo, aunque es verdad que el jugador del Chelsea es muy rápido y se le podía haber ido con mucho peligro.
No es penalti de Piqué (48’). Le pone el brazo en la espalda, pero con la pierna no le derriba. Siente el contacto y se deja caer. Es más el penalti que se crea el jugador (Marcos Alonso), porque es él el que se quiere caer. Piqué está por detrás y no hay nada. Además saca tarjeta amarilla a Giroud por protestar airadamente. A nivel disciplinario Skomina estuvo desconcertante porque se dejó protestar mucho por los jugadores.