Partidazo de Lucas Vázquez en el Parque de los Príncipes. Se ha ganado un puesto en el once titular del Real Madrid a base de trabajo, talento y una regularidad en el rendimiento fuera de lo común. El canterano es uno de esos profesionales que todo entrenador quiere tener en su plantilla, muy comprometido con el colectivo y sacando buena nota cada vez que le toca jugar. Ayer era un partido de altos vuelos, el campeón contra el gran aspirante. Después de los espectaculares fichajes acometidos por los franceses en este verano parecía que este iba a ser su año, pero se encontraron con el Madrid. Lucas estuvo en todos lados, solidario como siempre en su trabajo defensivo, ayudando en el repliegue a Carvajal en todo momento, agresivo en la presión alta y siendo un puñal en ataque.

Tengo la impresión de que su repertorio en lo ofensivo no para de crecer. Siempre ha tenido un gran uno contra uno, donde logra darle mucha profundidad por banda, ganar línea de fondo y sacar muy buenos centros. Cada vez hay menos extremos de esta estirpe, regateadores y jugando por banda natural. Ayer volvió a dar muestra de su capacidad para asistir, en este caso con la pierna menos hábil, sacándose un centro medido para que Cristiano diera el golpe definitivo a un PSG que nunca dio sensación de poder darle vuelta a la eliminatoria. Lucas se lo está poniendo fácil al técnico, porque con semejante rendimiento es complicado que el jugador gallego salga del once titular del Real Madrid. Incluso estuvo a punto de cerrar su actuación magistral con un balón al palo en el minuto 82.