El Madrid acumula optimismo para París

Bonita tarde en el Bernabéu, reluciente de sol y de goles. Sin duda, el PSG le ha venido bien al Madrid. Rompió su ritmo monótono en una Liga que vio perdida muy pronto y reactivó el ánimo general. Entre las cosas que se han recuperado está la principal de todas, la capacidad de gol de Cristiano Ronaldo. Aquel ritmo de goleo extrañamente lento del principio de LaLiga ha dado paso a la normalidad. Cristiano ya marca siempre o casi siempre, con frecuencia repite, y ya se siente de nuevo tan rico en goles que ayer tuvo el detalle de cederle el penalti del 4-0 a Benzema. Él, como todo el mundo, estaba deseando que el francés marcara.

Merecía marcar Benzema, sí, por lo bien que había jugado, con lucidez y entusiasmo. Él dio los dos primeros goles, uno a Cristiano y el otro a Bale, éste tras robarle la cartera a Alexis en el medio campo. Como a Bale, el jarabe de banquillo le ha venido bien. Porque también el galés se movió con más entusiasmo que en los partidos precedentes, en los que se le veía abúlico. Fue un feliz regreso de la bbC, aunque hay que advertir que no jugaron como solían, sino con Cristiano y Benzema arriba y Bale por la izquierda de la media en un modelo 4-4-2. Y, por cierto, el mejor del partido fue Lucas Vázquez, que ocupó el lado derecho.

En todo caso, el Madrid está cargando optimismo con vistas a París. Sus jugadores van recuperando el tono y eso incluye incluso a Theo, al que veíamos tan despistado y volvió a parecerse a su gran versión del curso pasado, cuando jugaba con los que ayer tuvo enfrente. El Alavés, por su parte, dio muy buena medida en el primer tiempo, en el que se lo puso caro al Madrid y pudo adelantarse en un gran tiro de Pedraza con superior parada de Keylor. Pero los dos goles en torno al descanso le desmadejaron. Su Liga es otra, y desde el 2-0 se notó. Si el Madrid piensa París, el Alavés lo hace en el Levante, al que recibe el jueves. Ése es su día.