Los contrastes de Odriozola en el lateral
De punta a punta. La inmediatez del compromiso contra el PSG le quita foco al partido del Madrid contra la Real Sociedad, pero no reduce el interés de la presencia de Odriozola en el Bernabéu. El impacto del lateral derecho en los planteamientos de Eusebio le concede una relevancia notable en ambas mitades del campo con un rendimiento casi antagónico. Se distingue como un futbolista de amplio espectro en ataque, entonado por su velocidad y talento para centrar. Odriozola suma cuatro asistencias esta temporada (Real Madrid, Betis, Alavés y Eibar) y promedia cinco centros al área por encuentro. Forma un tridente muy productivo por la derecha con Xabi Prieto, que juega como interior, y Oyarzabal, extremo a pierna cambiada. Ambos dejan casi toda la banda para el lateral y disponen sus incorporaciones desde atrás (recibió 14 pases de Xabi Prieto y 12 de Oyarzabal en el 5-0 al Deportivo).
Variedad de recursos. Odriozola es capaz de ofrecer diferentes soluciones en posiciones de ataque. Su toma de decisiones acostumbra a ser adecuada y domina todas las opciones de centro. Dos de sus asistencias en LaLiga fueron al segundo palo (Madrid y Betis), otra en pase corto a Oyarzabal (Alavés) y la última al punto de penalti (Eibar). Odriozola no se limita a enviar balones desde la banda y recurre también al uno contra uno (intenta casi tres regates por partido con un porcentaje de éxito cercano al 50%). La fragilidad defensiva de Marcelo, que se podría catalogar ya de estructural, invitará a lateral de la Real a sacar de punto al brasileño en su retroceso. Theo, posiblemente en su mejor partido de blanco, sí logró sujetarle en Anoeta.
La otra fase del juego. La huella decisiva de Odriozola en fase ofensiva se desvanece en campo propio. El perfil defensivo del lateral, papel que asume sólo desde hace dos años, no termina de cuadrar por sus imperfecciones tácticas. En diversas ocasiones, tiende a cerrarse en demasía y pegarse al central de su lado. Su banda queda desprotegida entonces como sucedió en el gol de Adrián durante la visita de la Real a Riazor o en el primer tanto de Luis Suárez con el Barcelona en Anoeta. También le cuesta a Odriozola detectar los movimientos a sus espaldas de los rivales, inhabilitado por su falta de reacción en esas situaciones. Cristiano podría encontrar opciones de remate en este sentido. Asimismo, pierde la posición a causa de su precipitación por persistir en su marca pese a que ésta centre su ubicación y carece de poderío aéreo ante jugadores de talla física (sólo gana un 12% de sus duelos aéreos).
Volver a terreno propio. Donde más sufre Odriozola es en el repliegue. Es habitual verle fuera del plano televisivo en los contraataques de los equipos que se miden a la Real Sociedad. No es un problema de esfuerzo y sí de estar demasiado adelantado para incidir en sus cualidades ofensivas, actitud que le priva numerosas veces de realizar un retorno en condiciones. Esa querencia por el juego de ataque provoca incluso que el lateral retroceda por zonas más interiores en lugar de por el costado. Su ejercicio en el repliegue en la derrota contra el Villarreal (4-2) es el ejemplo más cercano. Estaba a cerca de 30 metros de distancia en los goles de Bacca y Samu Castillejo. Son los defectos de un lateral de largo recorrido y futuro.