Peña 'Mi Buen Amigo' de Burujón, el alcalde, el párroco y la 'soprano'...

En el río Tajo. A las afueras de Burujón hay un paisaje que recuerda al del Gran Cañón del Colorado de Arizona. Eso sí, en una dimensión casi de juguete, lo que aumenta su encanto. Las Barrancas de Castrejón y Calaña fueron declaradas Monumento Natural en 2010. Nos lo cuenta orgulloso Francisco, el hombre que susurraba a los caballos y más madridista que Pirri y Camacho (y ya es decir...). Francisco cuida y mima los caballos de muchas fincas de esta tierra toledana. Por ejemplo, los de Richard Gere y de su novia, la hija de Ignacio Silva, el intrépido vicepresidente del Madrid que en 1997 fue el artífice del fichaje de Mijatovic por el equipo del Bernabéu y que un año después trajo la Séptima para delirio de la tropa vikinga. Francisco nos cuenta un secreto: “Roncero, Richard Gere se ha hecho madridista a tope y siempre recordamos la Décima, Undécima y Duodécima. Desde que viene por aquí siempre ganamos la Champions. Le diré que vuelva pronto a ver si eliminamos al PSG”. Más nos vale...

El pueblo. Burujón tiene apenas 1.300 habitantes, pero hace siete años Enrique y Mariano decidieron darle forma al madridismo fiel que hay en la mayoría de la gente del pueblo. De ahí el nombre de ‘Mi Buen Amigo’. Y eso que el alcalde, Juan José, es del Barça, y el párroco, mi tocayo Tomás, del Atleti. El poder político y el poder eclesiástico no son blancos, pero el pueblo sí... Aunque seamos justos. Juan José y Tomás son dos personas afables que derrochan simpatía y no tienen problema en acudir cada año al aniversario de la peña, que se celebra en la coqueta Casa de la Cultura. Las autoridades les ayudan en todo lo que pueden. Y eso que la peña se autofinancia con su cuota-chollo: 30 euros al año... ¡con la cena de aniversario incluida! Ya son 72 peñistas afiliados. Y subiendo. Además, los maestros de ceremonias de sus actos parecen sacados de una escuela de talentos. Iker (por Casillas), 10 años, y Laura, 15, amenizan con arte la presentación de invitados y la rifa para los regalos.

El himno. Hay una burujonera, llamada Azucena Cordón, que el pasado viernes se arrancó micrófono en mano a cantar los himnos del Madrid. Tanto el clásico de las Mocitas Madrileñas como el de la Décima. No vive de su voz, pero podría. Cerca la aplaudía con fuerza José Luis Morales, el héroe de los goles al Superdepor y al Atleti en 1994. A sólo 30 kilómetros de Toledo y a 102 de Madrid, vibraban los vikingos llegados desde Torrijos, La Puebla de Montalbán, Fuensalida, Illescas, Bargas, Esquivias, Noves, Malpica y Gerindote. Todos cantaron con un ojo puesto en el PSG. O los dos...