El triunvirato. La salida a Mestalla aparece como una oportunidad importante para el Madrid de hacer remitir, en parte, el temporal tras el desastre copero. Bien haría el conjunto de Zidane en seguir la línea general mostrada ante el Deportivo. La goleada de la última jornada de LaLiga, asentada en una actuación colectiva notable, proyectó la vigencia del triángulo que forman Carvajal, Modric y Bale en el sector derecho. A la luz del 4-3-3 más clásico (sin Benzema ni Ramos), el Madrid se extendió con sentido por la derecha y finalizó en zonas interiores. La fórmula se establece en asociaciones cortas entre los tres futbolistas y la generación de superioridades que hoy deberán controlar Gayá, Parejo y Guedes. La intervención con balón de Bale se disparó (44 pases y tres regates, su mejor dato de la temporada).

Alcance. La sociedad de los tres futbolistas esbozó varias situaciones interesantes a favor del Madrid que podrían tener continuidad contra el Valencia y en lo que queda de temporada. El movimiento de ruptura de Modric hacia el área, en busca de profundidad, se entiende en ese contexto. Bale gana una opción de pase por dentro y el desmarque del croata, que obliga al centrocampista a seguirle de principio, le ofrece además espacio para efectuar centros (siete realizó) con Cristiano y Benzema (o Mayoral) como referencias en el remate o conducir hacia el interior. Se gesta así un vínculo sólido entre Bale y Modric y el mediocentro amplía así su presencia en los últimos metros del campo como sucedió ante el Deportivo. En ningún partido del curso había sumado dos disparos en el área rival.

Llegada. El Madrid también ve incrementadas sus posibilidades de finalización de las jugadas bajo la producción ofensiva de la alianza entre Carvajal, Modric y Bale. El croata no sólo rompe en dirección a la línea de fondo, sino que también se muestra en el perímetro del área y saca a relucir su disparo. Su gol en la pasada jornada llegó tras un balón horizontal de Bale y un taconazo de Cristiano. El avance de Modric hunde a las defensas rivales al estar forzados sus mediocentros (Parejo y Maksimovic en el Valencia) a retrasarse. Asimismo, el Madrid enriquece sus combinaciones entre el interior y el extremo. Se dieron contra el Depor 21 pases entre ambos (13 de Bale a Modric y ocho al revés). La ocupación de la banda por Bale beneficia las incorporaciones sorpresivas de Carvajal, que tiene un socio directo en el que apoyarse.

Más certero. Al Valencia se le presentará un inconveniente si Carvajal y Bale dotan de fluidez a su costado como ocurrió frente al Deportivo (15 entregas acertadas del lateral al galés). Se origina un entorno en el que el Madrid ya no ataca en desventaja numérica y en el que Carvajal puede apurar su banda sin la necesidad de transportar el balón. Habrá ocasiones en las que únicamente se deje ver como asistente. Carvajal tuvo el pasado sábado su mejor porcentaje de centros buenos (50%) en LaLiga. Trascendental será el proceder de Guedes para el Valencia. No puede desligarse de la vigilancia de Carvajal y deberá obtener réditos en las transiciones tras recuperación con los huecos que se creen a la espalda del lateral madridista. El retorno de Bale, una vez pierda el balón el Madrid, también será decisivo.