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El Gato de Almenara. Jaume es de esos tipos que a poco que le conozcas se hacen de querer. Es campechano, humilde. Es frescura, mundano. Es profesional, hombre de club y de vestuario. Por tantas cosas, Jaume merecía una noche como la de ayer, un recuerdo imborrable en su trayectoria por el club de Mestalla. Jaume metió al Valencia en unas semifinales que merecía la gente con su sentimiento: la afición. Lo hizo haciendo honor a su apodo, el de Gato de Almenara. Fue felino en el lanzamiento de Pedraza y también en el de Hernán Pérez. De paso liberó la mente para lo que viene de Kondogbia y clasificó al Valencia a su 33ª semifinal copera, la tercera en la última década, tantas como ha logrado alcanzar Marcelino en los banquillos, antes con el Racing y con el Villarreal.

Mina y su décimo gol. El Valencia se clasificó por Jaume y llegó a la prórroga gracias a Mina, que con Marcelino se está acostumbrando a salir del banquillo con un gol bajo el brazo. Su eficacia está fuera de duda, como hasta la fecha también que fueran titulares Rodrigo y Zaza. Pero Mina solo necesitó de 20 segundos y dos toques al balón para anotar su 10º gol y opositar a ser más que un revulsivo.

A 180 minutos de una final. Ahora sí, ahora el Valencia está a dos partidos de disputar una final. El objetivo de enero, que era llegar lo más lejos posible en la Copa, se cumplió Con ‘patiment’, mucho, y sufriendo la cuarta derrota en los últimos seis partidos. Lo hizo estando a merced del Alavés durante muchas fases; con Abelardo ganándole de nuevo la partida a Marcelino; con Parejo impreciso, Vietto desaparecido, con un Guedes irregular, la defensa haciendo agua en los goles y sin la fortuna de cara en momentos claves como en los disparos al larguero de Kondogbia o el de Rodrigo. También con decisiones arbitrales que le favorecieron, como un penalti no señalado a Garay. Pero aún con todo eso, el Valencia se clasificó, cosa que no hicieron ni Atlético ni Real Madrid, que también eran favoritos en su eliminatoria, y que está por conseguir el Barcelona. Y no es que el fin justique los medios, pero de esos medios, de ese ‘patiment’, también se aprende y mucho. Porque el equipo se dejó el alma y no olvidemos que este Valencia es un proyecto en formación.

¿Y ahora qué?. En Liga Real Madrid y Atlético, en Copa, una semifinal. “En ningún caso estas dos semanas van a ser definitivas en la lucha por la Champions”. Palabra de Marcelino en sala de prensa de Mendizorroza. Queda claro: ¡A por ella!.