¿Cuatro ACB fuera de cuartos? El riesgo es cada vez mayor
Otra vez (una estaba asegurada en duelo ACB, esta vez en Málaga) tres derrotas españolas, más que victorias. Algo que debería ser mucho más excepcional para nuestro baloncesto de lo que lo está siendo en esta sufrida Fase Regular, en la que ha dejado de ser una cuenta catastrófica que solo uno, el Real Madrid, acabe en cuartos de final. De hecho, es una probabilidad muy real después de que la derrota del Baskonia deje a los vitorianos, como a un Unicaja que se aferra a la vida, a dos victorias del octavo puesto. Y en esta competición, tan igualada y tan llena de trampas a la vuelta de cada esquina, dos victorias entrada ya la segunda vuelta son un mundo. Todavía quedan tiempo y camino, eso sí.
Más duro resulta ver en situación crítica al Barcelona, un transatlántico que jamás debería permitirse dos temporadas seguidas fuera de los cruces, y al Valencia, que llegaba como campeón de la ACB: 13-25 entre ambos. El caso del Baskonia demuestra cómo de dura es la Euroliga y cómo de difícil es salir de la tumba cuando la has dejado medio cavada en el primer tramo de la competición. Avanzado el último cuarto en el Palacio, el miércoles, tenía casi en el bolsillo el triunfo en pista del Real Madrid con visita del penúltimo (Armani Milán) en Vitoria dos días después. Se le escapó el partido en Madrid a dos segundos del final y se le escapó sobre la bocina ante los italianos, un patizano este del que ojalá no tengan que acordarse los de Pedro Martínez, que arrastran el lastre que acumularon antes del cambio de técnico.
El Unicaja acabó con la racha de trece victorias seguidas del Real Madrid, que pareció cansado en Málaga y que empeoró cada vez que Tavares (que acumuló faltas demasiado rápido) pasó por el banquillo. Los malagueños se agarran a sus opciones y el Madrid, que anda en su caso sólo en un fregado de posicionamiento, pasó de poder ser segundo a acostarse cuarto con las mismas victorias que el quinto y el sexto, Zalgiris y Panathinaikos. También está a un triunfo del segundo en una carrera que va a ser histérica y en la que los beneficios de tener factor cancha en cuartos son definitivos. Pero al menos (salvo catástrofe improbable) estará. Veremos si con algún acompañante español o si finalmente hay cuatro ACB entre los ocho que no pasan el corte. Sería muy duro, desde luego.