El Dakar ya es cuarentón

Son 40 años ya. Ahí es nada. Cuatro décadas de Dakar, una de mis competiciones favoritas cada temporada, que aguardo impaciente por todo lo que nos ofrece a los aficionados al motor. Se ha hecho esperar un poco más de lo habitual en esta ocasión, pero estoy convencido de que merecerá la pena. Es una de esas carreras cargadas de alicientes, que van mucho más allá de la lucha por la victoria, que también se presenta muy emocionante en esta cuadragésima edición, la décima en Sudamérica. España vuelve a tener una representación nutrida y de calidad, que reclamará su dosis de atención en cualquier zona de la clasificación. Incluso el creador del recorrido es español, Marc Coma dejará su impronta como perfecto conocedor de este desafío con un trazado que promete sensaciones fuertes…

Puede llegar otro triunfo nacional: Barreda, Farrés, Sainz y Roma se encargarán de intentarlo. Laia Sanz pretende volver a acabar entre los diez mejores motoristas, aunque no será la única española: también estarán Rosa Romero, con su KTM, y Cristina Gutiérrez, con su Mitsubishi. Tengo curiosidad por conocer el desempeño de Chus Puras, un campeón de rallys ahora sobre dos ruedas. Hay que admirar la gesta de Isidre Esteve, empeñado en demostrar que en la vida no hay más límites que los que uno se ponga. Me congratula el retorno de Txomin Arana, con su pundonor y coraje. Soy un entusiasta de privados como Julián García Merino, la evidencia de que un bombero es capaz de todo… En fin, que cada jornada se presenta como un festival de emociones, aventura, superación e incluso una pizca de riesgo.