De verdad te lo digo Tomás, que no entiendo nada. ¿Que caramba pasa en este Clásico, qué todo es raro? La hora, la previa, la tranquilidad, la diferencia en la tabla. No me fío un pelo. Los únicos que mantenéis el nivel previsto sois tú y Valverde. Lo del técnico del Barça era previsible, siempre ha sido prudente y llega con un discurso cargado de sensatez. Lo tuyo, no por previsto resulta menos llamativo.

Roncero, ante todo Feliz Navidad. Sé que en algún modo tu felicidad estas fechas dependerá parcialmente de hoy, porque te recuperas de los disgustos más rápido que Jack Bauer en ‘24’. Si el Madrid palma, tendrás el disgusto de cinco horas al que ya te has acostumbrado (llevas unos cuantos en los últimos años) y luego lo de siempre. Tan feliz. Que si “han despertado a la bestia”, que si “el clavo ardiendo”, que si la Champions, que si el árbitro. El caso es que, y sabes que te lo digo desde el máximo cariño, admiración y afición zoológica, te envidio. Jamás te das por vencido. Eres imbatible. Ya puede el Barça ganar 0-6 y ponerse a 14 que tras el disgusto, la bronca, sonarse los mocos y tal, ya estarás de nuevo listo para la batalla, optimista como el que más y dispuesto a eliminar al PSG, a pedirte al Barça en Copa y en Champions al City. Y encima reclamando responsabilidades. Yo me resigno amigo, contra ti no se puede.

Y mucho peor es si gana el Madrid. Entonces todo se multiplica exponencialmente. A lo dicho anteriormente se le suma el sextete, la petición del Balón de Oro a Cristiano a perpetuidad y la canonización de todos los de tu equipo, de los que reniegas en los momentos de flaqueza, que alguno tienes.