Un Clásico de contrastes

Como cambia el cuento. Si en el fútbol todo cambia de un día para otro, imaginen en los cuatro meses que han pasado de la Supercopa de España, de aquel global de 5-1 del Madrid al Barça. En agosto Ter Stegen era sólo un buen portero y ahora entra en el debate de si es el mejor del mundo. Keylor no era cuestionado y ahora tiene a Kepa en la chepa. En verano era un “Asensio y diez más” y hoy juega menos de lo que merece. Deulofeu era el candidato número 1 para suplir a Neymar, hoy ha dejado de contar incluso para las convocatorias. Paulinho era un muñeco del pimpampum incluso antes de llegar y hoy suma en Liga los mismos goles que Benzema y Cristiano juntos. Dembelé era esperado como agua de mayo y hoy casi es un problema táctico. A Valverde se le miraba con lupa y hoy se presenta con una racha de 24 partidos sin perder. Lo bueno y lo malo de todo esto es que hoy la película será diferente. En nada se parecerá. Cambia hasta la hora, la vuelta se jugó a las 23:00 y hoy chocolate con churros.

La Masía, insuficiente. Parto de la base de que es muy difícil la vida de los filiales en Segunda. Dos y sufren, ambos en descenso. La estrategia en Can Barça de momento fracasa. La Masía entiende que por encima de foguear a los talentos es necesario mantener la categoría. Ha llamado la atención la inversión en jugadores formados lejos del Barça: ‘Choco’ Lozano del Tenerife, Costas del Celta, el exleón Ruiz de Galarreta, Cuenca del Alcorcón, Concha, cedido por la Real o Arnaiz, firmado a golpe de talonario del Valladolid. Hay tal convencimiento en esa idea que se seguirá firmando en el mercado invernal. Hay una lista y el primero es Pozo, ex del City hoy en el Almería. La tesis es rodear de experiencia a futuribles del primer equipo como Aleñá, Oriol Busquets o Cucurella. No es una crítica, sobre todo porque todos los proyectos recientes, Bilbao Athletic o Castilla, han fracasado. De momento, no hay fórmula que funcione.

Taka es uno más. Pocas cosas suenan más exóticas que un japonés en Eibar. Inui fue el fichaje más caro de la historia de los armeros, 300.000 euros de traspaso. Su entrenador dijo no conocerle pero confió en su segundo, Iñaki Bea, él lo recomendó. Le costó entrar en el equipo, hoy es indiscutible. El jueves hizo el gol 70.000 en la historia de LaLiga contra el Girona. Está en racha, viene del gol al Valencia. En Japón es un ídolo, tanto que llegó a perderse algún partido para acudir con los Reyes a Tokio para una recepción con el primer ministro nipón. La mayoría de la plantilla vive en Bilbao, él prefiere la ciudad armera. Muy disciplinado en lo profesional y de costumbres fijas en el día a día. Aún no se atreve con el idioma, sigue estudiando. La comida, japonesa. Un cocinero de su país instalado en un restaurante cercano se acerca a su casa para prepararle comida de su gusto. ‘Taka’, así le llaman.