El año triunfal del 4-4-2

El Real Madrid cierra el mejor año de su historia ante el Barcelona y sería irracional despedirlo renunciando al sello que le ha llevado a la cima: un equipo equilibrado con cuatro centrocampistas y dos delanteros. Con la tan cacareada BBC se ganó menos y nunca se dominaron los partidos como con este sistema. Es más, en los dos repasos ejemplares que recibió el Barça en la última Supercopa, nunca vimos a la BBC sobre el campo y nadie la echó de menos. El zarandeo que se llevaron los azulgrana hacía mucho tiempo que no se cataba entre los aficionados blancos, que no iban a ver con buenos ojos la vuelta al viejo sistema. ¿Va a ser capaz Zidane de cambiar por su afán de integrar de nuevo a Bale? No lo creo. El francés sabe que desproteger el centro del campo sería un suicidio y que poner al galés desde el principio es un tiro al aire que te puede costar un accidente como el del día en el que Messi enseñó la camiseta en el Bernabéu.

Esa de hace ocho meses es la última vez que jugaron juntos Bale, Cristiano y Benzema. Por otra parte, si hubo un jugador que reventó al Barcelona y levantó a los madridistas de sus asientos en la Supercopa fue Marco Asensio, hoy suplente para juegue Karim, cuyo último rendimiento no le da para ser titular por mucho que se empeñe Zizú...