Brasil: kilómetros de más, rivales de menos

La selección canarinha tendrá uno de los caminos más fáciles - aunque más largos - hacia su gran objetivo en Rusia 2018: el sexto título mundial.

En Brasil se habla poco de los rivales que nos han tocado en el Grupo E (Suiza, Costa Rica y Serbia). La gran preocupación tras el sorteo son las distancias entre las sedes (Rostov, San Petersburgo y Moscú) ya que, como mínimo, tendremos que recorrer 2.578 kilómetros.

La canarinha ya había decidido que montaría su base de operaciones en Sochi, pero ahora tendrá que replantearse si realmente vale la pena volver a su cuartel general después de cada partido. Porque, si lo hace, los viajes pueden saltar a nada menos que 7.378 kilómetros.

Brasil estrena en Rostov ante Suiza el día 17 de junio, después se va a San Petersburgo, donde se enfrenta a Costa Rica, el 22, y finalmente en la capital, Moscú, donde cierra la fase de grupos frente a Serbia, el día 27.

Tres rivales que no meten miedo a la pentacampeona.

Suiza es un equipo sólido y equilibrado tácticamente, pero que sólo se clasificó en la repesca gracias a un penalti dudoso contra Irlanda del Norte. Serbia tiene a Matic, pero tuvo que esperar hasta la última jornada para clasificarse primero en un grupo debilísimo, en el que se enfrentó a Irlanda, Gales, Austria, Georgia y Moldavia. Costa Rica defiende bien, pero difícil de creer que volverá a dar la sorpresa en el segundo Mundial consecutivo.

Más que un desafío, Brasil tendrá en la fase de grupo una excelente oportunidad para prepararse para los octavos y hacia adelante. Donde tampoco el escenario parece de los peores.

Dando la lógica, sólo se enfrentaría a Argentina, España o Alemania en la final, si todos terminan primeros de sus grupos.

Se enfrentaría al segundo del grupo F (Alemania, México, Suecia o Corea) en los octavos y un equipo de los grupos G (Bélgica, Panamá, Túnez o Inglaterra) o H (Polonia, Senegal, Colombia o Japón) en los cuartos.

Muchos kilómetros, sí. Pero todo lo demás me sabe a hexa...