Vinicius Júnior tiene que jugar
El domingo se juega la última jornada del Brasileirao. Ante el Vitória, en Salvador de Bahía, Vinicius Junior cerrará su primera temporada como futbolista profesional saliendo una vez más del banquillo. Lo que volverá loca de frustración a la hinchada del Flamengo. Frustración porque nadie entiende ya porque el entrenador Reinaldo Rueda sigue insistiendo en mantenerle fuera del equipo titular. “Es muy joven”, insiste el colombiano todas las veces que le preguntan sobre el tema en las conferencias de Prensa. Pero ¿qué importa la edad cuando lo que se ve en campo es extraordinario? En los cuartos de final de la Copa Sudamericana, Vini entró cuando el Fla perdía 1-3 contra el mayor rival, el Fluminense, y cambió el partido. Comandó el empate de la clasificación. En una competición continental.
Vinicius pasó por un corto período de adaptación al principio. Algo esperado, ya que hablamos de un adolescente que además de tener la presión añadida de haber fichado por 45 millones por el mayor club del mundo, juega en el equipo más popular, mediático y poderoso de Brasil, donde el nivel tiene que ser el mejor posible. Y en pocas semanas ganó la confianza y la ilusión de la afición más apasionada y exigente del país. Hoy Vinicius ya es un ídolo, uno de los pocos de la plantilla que fueron perdonados por un 2017 decepcionante. Cargan contra Rueda que, creen, está retrasando su el desarrollo y haciendo un feo al club, que debería aprovechar el corto periodo que le queda en Brasil. Independiente de los colores y intereses, un jugador con el potencial de Vinicius tiene que jugar. Y punto.