Titulares sin título

El origen de la palabra “titular” se remonta al latín “titulus”, idioma en el que equivalía a “señal” o “marca”. Aquel “titulus” latino derivó por otra rama hasta “tilde”, el acento ortográfico que señala dónde va el principal golpe de voz de una palabra. Por tanto, la tilde es una señal, lo mismo que cualquier “título”: la señal, por ejemplo, de que se han terminado unos estudios. Del mismo modo, el “titular” de un periódico señala lo principal de la noticia.

El Diccionario define así el sustantivo “titular” en su primera acepción: “Dicho de una persona: que ejerce un cargo o una profesión con título o nombramiento oficiales”. Hablamos de ese modo de “la titular de la cátedra de Derecho Romano” (por tanto, la catedrática), o de “el titular del Ministerio de Hacienda” (es decir, el ministro), o de “la titular de esa farmacia” (la farmacéutica).

…Y también nos referimos a “los jugadores titulares de un equipo”.

Pero ¿quiénes son los titulares?

En el léxico tradicional del fútbol, el titular es un jugador que está marcado o señalado como dueño o principal ejerciente de un puesto en la formación inicial. Y así lo ha recogido el Diccionario en la cuarta acepción de este vocablo: “Dicho de un jugador: que interviene habitualmente en la formación de su equipo”.

Por tanto, un jugador “titular” no es el que hoy sale al campo entre los 22 futbolistas que comienzan el partido, sino el que habitualmente lo hace. No tiene sentido, pues, decir que “Marco Asensio es hoy titular”. Si es hoy titular y no lo fue el fin de semana pasado, ni tenemos claro que lo será el siguiente, Marco Asensio no es hoy un jugador titular. No cuenta con el título simbólico o metafórico que lo convierte en un habitual en su puesto a criterio del entrenador. Simplemente, figura en la alineación de comienzo.

Sin embargo, la Academia quizá deba retocar la definición de “reserva” en su acepción 16: “Jugador que no figura en la alineación titular de su equipo y que puede actuar en sustitución de otro”. A mi entender, se puede sustituir ahí el adjetivo “titular” por “inicial”, a causa de los motivos ya explicados. Y además, un reserva no se convierte en “titular” si sustituye a un compañero lesionado en el calentamiento. Seguirá siendo un reserva. Tal vez incluso un gran reserva, como Asensio.

P. D. El domingo pasado escribí “Cohibas” donde procedía “Cohiba”. Pido disculpas por el error. Creo que debería empezar a fumar.