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El Bernabéu empieza a mosquearse

Fuera de Europa, el Madrid pierde el ángel. Ganó al Málaga sin brillo, con un penalti tardío, después de encajar los dos primeros goles que el equipo de Michel marca fuera de casa, tres si se cuenta el que Gil Manzano anuló a Baysse por a su juicio apoyarse en Carvajal. Una anulación liosa, pues, por sus gestos, hubo quien creyó que si no dio el gol fue porque el tiempo habría acabado justo cuando el balón volaba del saque de falta al área. Parece que no fue eso, sino lo del apoyo. También el Madrid puede quejarse de Gil Manzano, porque sólo pitó el tercero de los penaltis en el área del Málaga. Pero el partido no estuvo en eso.

El partido estuvo en la desgana que se les ve a varios titularísimos que se muestran así un día tras otro, mientras los meritorios se queman fuera. Ayer al menos entró Lucas Vázquez, que fue el más activo. Se ve que Zidane ya prepara el 4-3-3 para el regreso de Bale. Lucas Vázquez se movió tanto que dejó en evidencia a otros. Por lo demás, Cristiano sigue sin suerte cuando se trata de LaLiga. Todo eso formó una pelota de descontento en un Bernabéu que no admite lo que pasa y que empieza a detectar enchufados. Ayer hubo enfado cuando se retiró Isco pero siguió sobre el campo Kroos, que se tomó el partido con demasiada comodidad.

Del Málaga gustó todo menos la defensa. El equipo se despliega bien, hace maniobras elegantes, pero atrás es un ¡ay! Con muy poco juego, el Madrid le hizo tres goles, y eso que le birlaron dos penaltis (los tres que hizo el Málaga fueron ingenuos) y que Roberto fue la figura del partido. He ahí un gran portero. Pero la defensa es tan floja que permitió al Madrid salvar la cara y los puntos en otra tarde floja. O los titularísimos se ponen las pilas o Zidane tendrá que bajarse del burro y tirar por fin de los que empujan por detrás. El caso es que la gente sale del campo cada día más mosca, aunque esta vez con las esperanzas puestas en el Valencia.