Estoy habituado a soportar la brasa de los messiólogos, empeñados en desvirtuar las cualidades de Cristiano limitándose a decir de él que es “un grandioso goleador”. Es una manera de decir que el portugués sólo vive del gol y que más allá de él no ofrece mucho más por la causa. Pero Míster Chip, siempre al rescate, nos recordaba ayer en su pozo inagotable de datos estadísticos que Cristiano dio en Nicosia su 35ª asistencia en la Champions, que le deja en la segunda posición histórica, sólo por detrás del galés Giggs (43). Si fuera tan egoísta y tan ciego más allá del gol, digo yo que en esa tabla aparecería extraviado y lejos de las primeras posiciones. Pues ya ven que no.

También Míster Chip nos dejaba otra estadística brutal. Cristiano ha alcanzado los 100 goles europeos con el Real Madrid (98 en Champions y 2 en Supercopa de Europa) en sólo 95 partidos (1,05 de promedio). Messi, la otra parte contratante de este maravilloso duelo sin fecha de caducidad, ha alcanzado sus 100 con la camiseta azulgrana (97 en Champions y 3 en Supercopa de Europa) en 124 partidos con el Barça (0,80). O sea, que el musculado y hercúleo goleador blanco es mejor en estadísticas colectivas (asistencias) e individuales (goles). Algún día, quizás cuando nos deje y se vaya, se le valorará sólo por su fútbol. Que es mucho.