La dignidad es lo prioritario
El APOEL llega a esta visita del Real Madrid en buena dinámica: le sacó dos empates al Borussia Dortmund, tanto aquí como en Alemania, y acaba de llevarse el Clásico de Nicosia, contra el Omonia, su eterno rival. No está jugando bien, pero saca los partidos adelante y es contundente cuando debe serlo. A la espera de que llegue un estilo más virtuoso, éste es el camino. Sus condiciones son las mejores para el que probablemente sea el segundo partido más difícil de todo el año (seguido del jugado en el Bernabéu). El vestuario chipriota está ilusionado y motivado. Desean cumplir en un duelo que verán millones de personas en todo el mundo. Además está acostumbrado a jugar partido así, pues su presencia en Champions es ya más que recurrente. Obviamente se cuenta con la distancia existente entre ambos clubes.
Que el Madrid gane es lo lógico por las diferencias que hay entre ambos clubes, pero tan importante como el qué es el cómo: la prioridad es salir del campo con la dignidad intacta, que el Madrid no siente que está jugando en casa de un equipo de segunda clase. El APOEL puede hacer su parte, aunque es cierto que depende mucho del Madrid: si se toma el partido en serio y no cae en errores de relajación, un encuentro aceptable de los de Zidane debería darle para ganar con sencillez. Pero que no se descuide, pues delante tendrá a un APOEL que sabe lo que quiere y que pelea, contra viento y marea, por un sitio en la Europa League que todo el mundo le negaba desde el principio.
Voris Karagiannis es comentarista de fútbol en PrimeTel