Amargados otra vez por Carrera

Al Spartak lo entrena el italiano Massimo Carrera, asistente que fue de Conte en la selección azzurra. Cuentan las intrahistorias que Carrera diseñó la tela de araña para atrapar a España en una infausta tarde de Saint-Denis, 2-0, Eurocopa 2016. Nolito, que sufrió aquel partido los rigores de la defensa azul, volvió a caer en la trampa de un equipo que por momentos pareció cordero pero a la contra hizo de león. A pesar de una jugada maradoniana del sanluqueño antes del 1-1 y de que justo después de ese empate de Kjaer el Sevilla se hiciera merecedor a algún tanto más.

Como el que falló ‘Cardeñosa’ Ben Yedder, sin portero, antes de que el Sevilla se cayera por el abismo de una goleada que se clava hondo en el costado del sevillismo y, lo peor, pone en solfa la clasificación para octavos. Los cinco goles de Otkrytie dejan a Eduardo Berizzo y sus rotaciones a los pies de los caballos, con la espada de Damocles de Mestalla (lo visita el sábado) sobre la cabeza. El entrenador argentino deberá tirar de los que piense mejores (o más enteros) y evitar un nuevo ridículo ante Marcelino, otro estratega frío y con el colmillo especialmente fino ante rivales en horas bajas. Como Carrera: verdugo de España, verdugo del Sevilla. Verdugo dos veces de Nolito, herido en la cabeza y en el alma en la helada noche de Moscú.