El fútbol de Isco y Silva ante el cerrojo de Albania

Trabajo laborioso. Repuesta durante toda la fase de clasificación una vez olvidada su convalecencia tras la Eurocopa 2016, la Selección está a poco más de un paso de sellar el pasaporte mundialista. Ante Albania volverá a afrontar una tarea de paciencia y esfuerzo contra un equipo aplicado y en presumible posición de espera. Anudada al balón como en Shkodër (77% de posesión), España recurrirá a la agitación de Isco y Silva en los metros finales y a la movilidad constante para que el combinado albanés no disponga de referencias fijas.

Asensio al frente. La arquitectura del partido se ajusta al fútbol de Asensio, lúcido frente a Italia y sin la competencia del lesionado Morata. Mezcló con sentido con Isco y Silva e invocó al bullicio ofensivo que tanto necesitará hoy España. El trío atacante alternará en las proximidades del área albanesa y deberá conectar a pocos toques ante un adversario encerrado alrededor de la portería de Berisha. Aduriz asumirá la titularidad en caso de actuar con un nueve puro.

Dibujo rival. Estará obligada España a circular la pelota con velocidad por la fisionomía de Albania. Panucci, que aterrizó en julio, no ha mudado la piel del sistema que utilizaba De Biasi, con una estructura inicial de 4-1-4-1, pero moldeable por momentos del encuentro en función de las circunstancias a 4-3-3, 4-4-2 o defensa de cinco atrás. No cambia el pegamento entre líneas y su capacidad para atascar el juego con faltas de naturaleza estratégica (16 por partido).

Campo ancho. Cabe la duda de si Lopetegui trastocará el esquema habitual de España y optará por una defensa de tres centrales como hizo en el choque de ida. Con todo, aquel partido en territorio albanés puso de relieve la importancia de los costados ante rivales enclaustrados. La Selección ha de dotar de amplitud a su propuesta y extenderse con laterales largos, aprovechando el buen momento de Jordi Alba. No se puede hipotecar en los pasillos interiores y tiene que encontrar el remedio en las bandas.

Relevo. Fuera Busquets del punto de partida por sanción, Illarra se adjudicará, previsiblemente, el papel de iniciador de la transición española y orquestará los primeros pasos de la Selección en suelo de Albania. Su competencia más sustancial, sin embargo, se circunscribirá al aspecto defensivo.

Las vigilancias. El relato de Albania admitirá poco espacio para las distracciones ofensivas, pero no se puede desdeñar su peligro en los contraataques. Hysaj se proyecta por la derecha y Sadiku potencia su poderío a la espalda de los centrales. Piqué y Ramos, con la ayuda de Illarra ante la ubicación adelantada de los laterales, no tienen permitidos los descuidos.