Houston, tenemos un problema...
Suenan las alarmas. Me estoy pellizcando todavía. Estamos a 21 de septiembre y ya han volado siete puntos del Bernabéu. Hace un mes, el mundo se rendía al fútbol de orfebre que este equipo desplegó ante el Barça en el Clásico de la Supercopa. Parecía que todo era música celestial. Juego combinativo, con clase y pegada. Un Madrid capaz de enamorar incluso a los que no son fieles a su causa. Pero tras el parón de selecciones ha pasado algo que no nos han contado. Los pupilos de Zidane volvieron espesos, previsibles, escasos de vigor y sin el hambre que exhibieron durante toda la temporada pasada. Lo noté en la primera jugada del duelo ante el Betis. Adán perdía tiempo, los zagueros verdiblancos se mostraban nerviosos para sacar la pelota y, sin embargo, nadie del Madrid les presionaba para aprovechar ese temor inicial.
Intensidad y agresividad. Dos palabras claves en el fútbol de hoy día. Sin las dos cosas, la calidad técnica no te garantiza nada. Y así fue...
Ni con Cristiano. Al llegar al santuario del Bernabéu mi amigo Antonio, el lotero de Fuengirola, me recibió con una de sus famosas rimas: “¿Sabes que me han dicho? Que hoy juega el Bicho”. Pues ni por esas. El portugués lo intentó con un taconazo, que sacó Javi García bajo palos, y después con toda serie de remates. Pero la diana estaba oxidada y la mayoría se fueron al cielo del Bernabéu. Si no le entran a Cristiano, ni récord de Pelé ni del River ni del Fuenlabrada (ojo, por cierto, que me veo venir un cruce en la Copa con los vecinos del Alcorcón...).
‘Musho’ Betis. Un rival dignísimo que se curró su noche de gloria. Que perdieran tiempo era imaginable, porque esa estrategia ya le dio buen resultado al Levante hace dos semanas. Cada uno juega con sus armas. Pero siempre estuvieron bien plantados en el campo. Y arriba, siempre dieron sensación de peligro. Fabián sacó de Keylor una de las paradas de la temporada. Si el 'tico' no llega a estar tan inspirado, la derrota habría asomado sus uñas mucho antes. Y el equipo de Setién (¡nos tiene cogida la medida!) supo esperar su momento en esos instantes finales en los que el Madrid juega con mucho corazón y escasa cabeza. Tanto arriesgar permitió a los béticos llevarse el máximo botín. Una locura total.
El taconazo de Gareth. Hay días que no sale nada y no hay que darle más vueltas. El galés improvisó un taconazo maravilloso, tan bello que merecía haber acabado en la red. Hubiera sido el gol del año. Pero Adán, porterazo de la Fábrica de Valdebebas, sacó una mano digna del capitán del Betis. Puro fútbol.
Mateu. No es momento para buscarle tres pies al gato. Pero conste que con 0-0 Marcelo fue objeto de penalti, por parte de Javi García, y como siempre el árbitro de turno no lo señaló. Al Barça le han favorecido en esta Liga con varios errores (con 0-0), que luego les facilitó la goleada. El Espanyol, el Getafe y el Eibar saben bien de lo que estoy hablando...
Remontada. Les aseguro que creo firmemente que el Madrid puede ganar esta Liga. Lo digo con convicción. Ya sé que no dependemos de nosotros mismos. Pero conozco el orgullo de este club y de este vestuario. Se van a levantar con rabia. En el Madrid, rendirse no es una opción. No hace falta sacar todavía la Cofradía del Clavo Ardiendo. Seguro que la reacción del campeón de Europa va a ser demoledora. Estamos en la lona, pero el combate será a quince asaltos. Escrito queda.