Noche para la historia

Histórico. Todos los que tuvimos la suerte de haber estado en el partido inaugural del Wanda Metropolitano presumiremos de ello. Es de esos momentos que uno recordará mientras viva. Uno de esos momentos marcados para siempre, conscientes de la suerte de estar en un partido histórico para el Atlético. Posiblemente uno ya no vaya a vivir otro estadio rojiblanco, ya no habrá tiempo para sentir las emociones de este encuentro. Sencillamente fue una noche mágica y cada uno se quedará con un momento: el rugido de la grada al saltar el equipo a calentar; el momento del saque de honor entre Gárate, Torres y Hugo, un chaval de las categorías inferiores; los aplausos al Rey y al socio número 1, José Luis Rodríguez, fallecido hace poco... Yo me quedo con esa gran bandera del Atlético ondeando en la fachada del estadio. No hay palabras para explicarlo. Como tampoco ver a los niños y niñas entrando al estadio. Los más mayores también se quedaron con la boca abierta al entrar al nuevo estadio.

Orgullo. Cuando sonó el himno del Atleti se nos puso la piel de gallina. El club repartió 68.000 banderas rojiblancas para conmemorar el partido y esos minutos del himno, justo antes del inicio del encuentro, fueron memorables. El Wanda Metropolitano fue una fiesta, como antes lo fue el Calderón. No hubo discusiones de himno ni polémicas. Se cantó desde lo más profundo, con ganas, con el mismo orgullo... Para la gente, para todos nosotros, no había suficientes ojos para captar la grandeza del momento y del escenario: que si el ribbon board, que mostraba imágenes continuamente; que si los tres videomarcadores; que si el Cholo de pie en la que será su nueva banda....

Grandeza. El Wanda Metropolitano resultó majestuoso para los aficionados. Todo es grande, amplio, con pasillos anchos, con espacios entre los asientos... Estadios así los hemos visto por Europa y esa parte de la hinchada acostumbrada a viajar sentía sana envidia al ver esos estadios tan modernos. Ya no tendremos envidia de nadie. Nuestro estadio es el mejor, el más moderno, con las últimas tecnologías....

El ambiente. Y con el mismo ambiente que hubo en el Calderón. Nadie cambió en este sentido. La afición más ruidosa del Atleti siguió con los cánticos de siempre, se acordó del eterno rival y jaleó al Cholo y a los jugadores del Atlético. Por cierto, fuera varios seguidores exhibieron pancartas recordando la del Manzanares del año 66.

Griezmann. El Wanda Metropolitano se vino abajo con el gol de Griezmann, el primero en el nuevo estadio. Eterno Griezmann, que entra en la historia del club. El francés, que había coqueteado con marcharse, tuvo el honor de hacer el 1-0 y desatar el delirio en las gradas. Fue otro de esos instantes para el recuerdo. Griezmann se volvió loco de alegría y el Wanda Metropolitano se llenó de esas banderas rojiblancas que se habían repartido al principio. Palacios, Campos, Pruden y Luis fueron los que marcaron los goles en los partidos inaugurales en los otros estadios del club rojiblanco. Ese gol de Griezmann será el primero de muchos que el Atleti debe marcar en su nueva casa.

Puntos. El triunfo le permite al Atleti seguir la estela del Barcelona y no perder de vista al conjunto azulgrana. El equipo había jugado fuera de casa y volvía a hacerlo delante de su afición, algo que necesitaba, según el propio Simeone. Una frase del Cholo y otra de Luis es lo que ven los jugadores antes de saltar al terreno de juego del Wanda Metropolitano. Dos frases míticas, como el gol de Griezmann, como fue toda la noche.