Sabonis y el licor lituano 1999
Cumpleaños feliz. España cumple hoy contra Croacia 1.000 partidos oficiales. Y hay mucho que celebrar. Pau lo puede festejar por ejemplo convirtiéndose en el máximo anotador de la historia de los campeonatos de Europa. No sería una mala celebración. Pero mirando por el retrovisor de esos mil partidos yo rescataría cinco. El primero, el EE UU-España del Mundial de Indianápolis, donde ganamos en su casa a los americanos. El segundo, la semifinal del Mundial 2006 ante Argentina y la victoria agónica. Por medio las dos finales olímpicas peleadas ante los Estados Unidos. Y el último, la semifinal del Eurobasket en Lille contra Francia con la exhibición de Gasol. Los cinco explican la adicción que muchos tenemos con esta Selección.
Lecciones de geografía. Las primeras fases de los Eurobasket dan para pasar por lugares que jamás piensas que existan. Cluj es de lo más normal comparado con experiencias anteriores. En 2009, visitamos Lodz en Polonia y su larguísima y única calle peatonal. En 2011, conocimos Panevecis en Lituania y su inigualable hostal de carretera. En 2013, Celje en Eslovenia y su estación invernal donde el equipo de biatlón ruso tocaba diana a las cuatro de la mañana. En Lituania, por cierto, cenamos con Arvydas Sabonis en el hostal. En realidad, nosotros sabíamos quien era él pero intuyo que él no sabía que nosotros éramos periodistas. Hay un licor lituano llamado 999 y hasta ahí puedo contar...
Lauri sí está. Markkanen se ha presentando en sociedad a lo grande. Contra Polonia, él solito forzó las dos prórrogas y ganó el partido. Lo han elegido los Bulls en el siete del pasado draft y, le tienen tanta fe, que fue el equipo NBA, y no su Finlandia, quien informó primero de que la lesión que sufrió contra Eslovenia no era nada grave. En este torneo, Nek tendría que cambiar la letra: "Lauri sí está".