La afición siguen siendo el valor más importante del Atlético. La ilusión colchonera es grandísima por la inauguración del Wanda Metropolitano. No es extraño que ya se hayan agotado las entradas para la fiesta del Málaga y también la siguiente contra el Sevilla. Ningún hincha se lo quiere perder. El Calderón siempre estará en los corazones, pero el salto de calidad con el nuevo estadio es más que evidente. Un hogar que promete ser la referencia de Europa y en el que se han volcado para poner todos los adelantos y al que, pese a los más que seguros problemas de acceso en coche en los primeros partidos, se acudirá a vivirlo y disfrutarlo. El metro será la alternativa más utilizada.

El Atlético sigue con su política de querer codearse con la élite. Un Wanda Metropolitano que, salvo sorpresa, será la sede de la final de la Champions de 2019 y que también puede serlo para las finales de Copa y los partidos oficiales de la Selección. Incluso se quiere que en el palco esté la élite, la gente importante de España, para que no se lo pierda. Hasta la plantilla y, en especial, Simeone están motivados para hacerle el mejor regalo: ser los reyes de Europa, la guinda que falta al pastel rojiblanco.