El falso nueve de España y la duda de Italia

A definir. La pasarela hacia el Mundial enfrenta la complejidad que siempre implica Italia y la incertidumbre de si España actuará con falso nueve. Parece probable que sea así y Lopetegui configure la alineación en torno a la propuesta clásica con Silva e Isco en la mediapunta y la irrupción de Asensio como fingida referencia.

Fuera de marca. La posible titularidad del balear se fundamenta en su dinamismo y probado rendimiento en diferentes zonas del campo. A Italia, si juega con tres centrales pese a la ausencia de Chiellini, le incomoda no poder fijar su atención en un delantero de corte más tradicional.

Segunda línea. La disponibilidad de Asensio para recibir en corto cerca del área abrirá la puerta a la aparición desde atrás de Silva, Koke e Isco. La Selección deberá exprimir las asociaciones por dentro con la voluntad de extraer la cadena italiana. De jugadores de ese trazo puede alardear España. Los centrocampistas se desdoblarán y Carvajal y Jordi Alba proporcionarán amplitud por las alas.

Al frente con Silva. Merecida la etiqueta de futbolista más determinante en la era Lopetegui. Su influencia se manifiesta a través de los números: cuatro goles, tres asistencias y 88 pases de promedio en los seis partidos de clasificación. Se significará como el interlocutor en el último tramo del ataque y promete una conexión fluida con Asensio e Isco para desarmar a Italia.

La opción de Morata. No es descartable del todo la presencia en el once del delantero del Chelsea, que también se distingue por su movilidad y capacidad para caer a los costados. Podría ser la respuesta de Lopetegui si Ventura se decide por mantener el sistema que ha usado en los últimos encuentros.

Variante rival. Destaca esta Italia por su versatilidad táctica. Ventura ha roto con el compromiso ineludible que parecía tener Italia con una defensa de tres centrales y dos carrileros largos y ha elegido un arriesgado 4-2-4.

Perfil atacante. Parece difícil que Italia se despliegue de inicio bajo este esquema en el Santiago Bernabéu, aunque seguro que recurre a él en caso de que necesite mayor carga ofensiva durante el transcurso del choque. Los centros de Candreva (diez por partido) y el traqueteo de Insigne adquieren una relevancia vital en este plan y dan cobertura a Belotti e Immobile.

Piqué y Ramos. Una negligencia en forma de penalti del jugador del Madrid impidió el triunfo de España en Italia. La altura futbolística de Belotti e Immobile, nueve goles suman entre ambos en el grupo, reclamará la eficacia de los dos centrales. Los delanteros italianos se escalonan y ofrecen líneas de pase en corto y en largo y desmarques con sentido en el área.

Presionar a Bonucci. La baja definitiva de Chiellini, el jugador de menor pericia técnica de la zaga transalpina, beneficiará la salida de balón de Italia. La Selección deberá protegerse especialmente ante los desplazamientos en largo de Bonucci a la espalda de los laterales, argumento muy utilizado por el equipo de Ventura.

Freno a De Rossi. Si hubo un jugador diferencial en aquel infausto 2-0 de la Eurocopa de Francia fue el centrocampista del Roma. Organizó todo el juego italiano sin que España logrará establecer su vigilancia. Escenario peligroso si hoy conecta con Verratti