El balonmano y el suspense

Este sábado en Vigo, la Supercopa femenina alza el telón de la temporada nacional. El Atlético Guardés, con las guerreras Naiara Egozkue y Jennifer Gutiérrez, y el Rocasa Gran Canaria, con el espectáculo de Silvia Navarro en la portería. Dos localidades, A Guarda y Telde, que han hecho del balonmano su bandera. Estandartes de una liga en crecimiento con el respaldo de Loterías y que tuvo un campeón inédito la temporada pasada, el Guardés, lo que le dio un interés del que carece la Liga Asobal desde hace siete campañas. Las que lleva el Barcelona arrasando en todas las competiciones: encadena 121 victorias en Liga, 12 en Copa Asobal, ocho en Copa del Rey y cuatro de Supercopa. O mucho se tuerce la cosa, o ya sabemos quién se llevará todos los títulos también en la 2017-2018.

El domingo, los de Xavi Pascual van a por el primer título contra el Ciudad de Logroño, que ha perdido a su tradicional patrocinador, Naturhouse, y que ahora tendrá que apoyarse más en el el dinero público (500.000 euros del Ayuntamiento y 200.000 de la Comunidad) para seguir adelante. Con un equipo, además, de menor potencial. La Supercopa se celebra en Ciudad Real. Y en el Quijote Arena aún debe percibirse el aroma de grandes tardes que le dio un equipo al que la crisis se llevó, primero, a Madrid con el paraguas del Atlético, y después a la tumba. Tras la liquidación se acabó la bipolaridad. Y con ello el suspense. Este año, el Ademar León de Rafa Guijosa se postula como animador. Y gustará ver a los Hispanos júnior y juveniles (oro y plata mundiales). Con algo hay que consolarse.