El peligroso nuevo tenis
En el US Open son baja Andy Murray (número 2), Stanislas Wawrinka (4), Novak Djokovic (5), Kei Nishikori (10) y Milos Raonic (11). Entre otros. Una plaga de lesiones ha ventilado del cuadro a tres campeones del cuarto grande del año. A decir de muchos, es la consecuencia del nuevo tenis, de la evolución de un deporte cada vez más basado en el físico y menos en la mano, la estrategia y el talento. De Santana o Laver a Borg o McEnroe hubo un salto. De estos a los actuales top, uno mucho más grande. Los nuevos materiales y cordajes permiten despedir la bola más rápido y se exige cada vez más músculo. Se han hecho habituales los colosos de dos metros y para funcionar en los circuitos se demanda “agresividad”. La palabra que está más en boca de los jugadores.
La temporada se extiende del 1 de enero al 26 de noviembre (y se ha reducido un par de semanas) y la pista rápida, la superficie más dañina para el cuerpo, crece en la ATP (38 torneos) en detrimento de la tierra (22) y la hierba (8). El doctor Ángel Ruiz Cotorro elaboró para la Federación Española un estudio basado en 1.500 jugadores en el que se constata que “el estrés de la competición prematura” va machacando a las futuras estrellas. “El tenis ahora es más rápido y la velocidad de la bola provoca más lesiones”, dicen. Son preocupantes y más habituales las de cadera. La RFET ha limitado ya los calendarios: un máximo de 10 torneos por año para benjamines, 14 alevines y 18 infantiles. “El tenis es otro deporte desde el año 2000”, avisa Ruiz Cotorro, que cada vez tiene más clientes en su consulta.