La revolución de Simeone dio sus frutos en apenas 5 minutos. Correa y Carrasco dejaron sentenciado el partido cuando Las Palmas ni siquiera había tocado el balón. La gente del banquillo colchonero había pegado un golpe sobre la mesa para decirle a su entrenador que hay que contar con ellos. Que este Atlético ya no son solamente 11 intocables. Que gente como Correa o Thomas están pidiendo su oportunidad en el 11 titular. Al final la visita al Gran Canaria se volvió a saldar con una oleada cholista y lo que es más positivo: se empezó a ver lo que tiene que ser el Atlético de Simeone.

Después apareció Koke para tranquilizar los nervios que llegaron con el gol isleño. Pero ayer no se regalaban puntos. Ahora hay 15 días para seguir corrigiendo errores, y más pensando que a la vuelta llega la Champions y la inauguración del Wanda Metropolitano. El único “pero” sigue siendo que en defensa se regala más de lo debido, aunque Oblak sigue haciendo milagros.