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El placer de ser líder

Como hace un año. En Anoeta arrancó el Madrid de Zidane la última Liga con idéntico resultado (0-3) y las mismas buenas sensaciones. Autoridad, confianza, versatilidad en el juego y una pegada inmisericorde. Treinta y ocho jornadas después hubo final feliz. Pues visto lo visto en Riazor, no me extrañaría que este equipazo sincronizado como un reloj suizo repita éxito y objetivo. Cierto que Keylor estuvo soberbio y ayudó lo suyo a alimentar ese en apariencia placentero 0-3. Pero es que los grupos campeones se arman desde el portero. En sus tiempos fue Casillas y ahora es Keylor. Un muro con guantes que te permite ver la vida con más tranquilidad. De hecho, el Madrid se acostó anoche líder en solitario, tal y como acabó el curso pasado. La vida sigue igual por ‘Zizoulandia’.

El espejo de Nadal. Este Madrid me recuerda cada vez más a Rafa Nadal, uno de los merengones más auténticos que conozco. Hace dos años, el Barça ganó el triplete con Luis Enrique y muchos agoreros ya profetizaban el fin de la ‘era Cristiano’. Desde entonces, dos Champions, dos Supercopas de Europa, una Liga, un Mundial de Clubes y una Supercopa de España. Todas de color blanco. Nadal, igual. En 2015 se le daba por acabado y, como él mismo bromeaba en el Abierto de Australia allá por el mes de enero, “parecía que Federer y yo ya solo estábamos para partidos de exhibición”. El mallorquín es ahora flamante y merecido número 1 de la ATP. Igual que su Real Madrid. Lección de vida.

Andone, un demonio. Florin Andone es un delantero tremendo. El rumano volvió loca a la defensa entera del vigente campeón. Si no llega a ser por Keylor, hubiera salido a hombros de Riazor. Mereció el premio del gol, pero el chaval no pudo con el costarricense ni de penalti. Fue un duelo excitante. Casi digno de un tratado de psicología. Le salvó dos mano a mano con 0-0 y ni siquiera Andone vio saciada su sed de gol desde el punto fatídico. Puro fútbol.

Bale y Kroos. Marcó Gareth. Ya era hora. Más vale tarde que nunca. Su primera diana en todo el verano. También estrenó el casillero liguero hace dos cursos, ante el Betis, y hace un año, ante la Real Sociedad. A quién madruga Dios le ayuda. Ojalá veamos desde ahora al Bale que deslumbró en la Eurocopa de Francia con Gales. El que siempre carbura es Kroos. El 8 marcó su octavo gol de blanco. Tres de ellos fuera de casa. Y todos fueron en Galicia. Dos en Vigo y uno en A Coruña. Y en Balaídos también metió uno con Alemania a España. Galicia le motiva. Kroos calidade.

Llorente. Me alegró que jugase veinte minutos el sobrino-nieto de Gento, nieto de Grosso e hijo de Paco Llorente. Este chaval es un mediocentro con mucho cuajo que se siempre suma cuando sale. Zidane no quiere que se vaya. Ni yo. ¡Marcos, quédate!

Ramos. Cierto que la segunda amarilla pudo ser algo rigurosa, pero Sergio no debió arriesgar con 0-3 y teniendo ya una amarilla en la mochila. Su baja ante el Valencia de Marcelino es dolorosa porque el capitán es un jugador clave. Una pena.

Va por ustedes. Este liderato va por la peña El Gran Boedo de Sotobañado y Priorato (Palencia) y las peñas gallegas ‘Hasta El Final’ de O Temple-Cambra (única que hay en A Coruña capital), Boiro, ‘A Marea Blanca’ de la Villa de Cee, Entre-Rías de Noia, La Séptima de Baiona y Santa Comba. Y el solvente triunfo va por madridistas ilustres que nos han dejado esta semana como Antonio Devesa Vallejo, presidente de la Peña Alfonso; Pascual Blasco Chaves, de la Peña ‘La Ponderosa’ de Villanueva del Duque en Córdoba (la presidió durante 46 años); y Fernando Ortega Alonso, de Pamplona. Madridistas eternos.