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Da la sensación de que Keylor Navas ha empezado la temporada tal y como terminó la pasada, en un magnífico estado de forma. Recordemos lo importante que fue su aportación de cara a la consecución de Liga y Champions, con paradas y actuaciones absolutamente determinantes. Ayer en Riazor volvió a tener protagonismo. Dos mano a mano ante Florin Andone cuando el encuentro estaba con cero a cero en el marcador en los que el “tico” salió victorioso, fueron clave para que a los de Zidane no se les complicara su visita a La Coruña.

Ser portero en el Real Madrid significa intervenir poco y tener que estar muy concentrado para hacerlo con éxito cuando llega la ocasión. Seguramente no se acordará mucha gente de Keylor cuando se hagan los análisis del partido, pero sin esas dos paradas la historia hubiera sido diferente.