La Supercopa se queda
No me despiertes. El pasado domingo todo el madridismo creía que vivía el sueño de una noche de verano. Fundir al Barça en el Camp Nou con sólo diez en el campo y 10.000 merengues festejando en la grada los golazos de Cristiano y Asensio resultaba tan bello y excitante que costaba pensar que fuera real. Somos reyes de Europa desde 2014, pero ver al Barça de Messi tan sometido y esclavizado incitaba a pensar que algo se nos escapaba de la pura lógica. Pero 72 horas después, lo vivido en el pequeño Bernabéu de Barcelona se trasladó a La Castellana con mayúsculas. Otro bañito. Otro repasito. Otra muestra de autoridad ante un Barça caricaturizado y sin respuestas. Ni siquiera hizo falta tirar de Isco. Y Casemiro en el banquillo. Y Cristiano, desterrado por ese castigo inexplicable de cinco partidos, gozando desde la grada. En el primer tiempo el mundo entero asistió a la entrega de llaves del castillo al nuevo Amo y Señor del fútbol: Zinedine Zidane.
Don Marco Asensio. Nació en Palma de Mallorca hace 21 años. Bendita la hora. Su madre, que en el cielo está, debe estar abrazando a su hijo desde el más allá orgullosa de lo que está haciendo. Miles de niños y niñas se están haciendo del Madrid por Asensio. Juega como los ángeles, dibuja el fútbol como un arquitecto de élite y pega a la pelota como si su bota izquierda fuese un tomahawk. Su golazo nada más empezar el partido retrata la grandeza de este jugador de cómic. Folha seca. Ter Stegen convertido en una cariátide sin respuesta. El mismo gol que hizo en Trondheim el verano pasado a Sergio Rico. No hay portero que pueda parar eso. Justo hoy se ha cumplido un año de su presentación de blanco. Asensio, Balón de Oro en dos años...
Jerarquía. Ni siquiera hizo falta esta vez que Kovacic siguiese a Messi por todo el campo. Bastante tenía el argentino con entender qué demonios pasaba en su equipo, descosido desde el eje con esa defensa que hacía aguas con Mascherano en un caudillaje absurdo que no justifica su titularidad impostada. Semedo, 30 millones para ser el tercer lateral derecho del equipo. Paulinho comparece hoy en escena. Isco y Asensio (34 millones) costaron juntos menos que el brasileño (40). Theo y Ceballos pudieron ir al Barça este verano para ser titulares y prefirieron fichar por el Madrid para ser suplentes. En este 16 de agosto debutaron en el Bernabéu y entendieron el acierto de su valiente decisión. El Madrid es el presente y el futuro. El Barça sólo es una borrosa postal de un pasado que no volverá.
Zizou y Del Bosque. Zinedine ha logrado en sólo 90 partidos siete títulos, dando alcance al profesor Del Bosque. Pero el salmantino necesitó más de 200 partidos para alcanzar ese registro. Eso ayuda a entender la majestuosidad de la obra que está firmando el técnico marsellés. Un genio con botas, un maestro con la pizarra. Eres el orgullo para este club legendario e irrepetible. Grande ZZ.
Euforia vikinga. La Felizidane está en ebullición. Estuve varias horas por el Bernabéu y palpé una euforia desatada. Como la fiesta empezó el miércoles y acabó el jueves, hubo tiempo de sobra para pulsar a la grada merengue. Quitando el disgusto por el asunto arbitral (en el minuto 7 hubo pañuelos de protesta por lo acontecido en el Camp Nou), me mostraron su alegría las peñas de Torredonjimeno (Jaén), Vikingos de Hellín y mi amigo Balta de Andratx, paisano de Asensio. Pues sí, señor. La Supercopa... ¡Se queda!