Cinco medallas a toda vela
“Es posible que no vuelva a competir en unos Juegos Olímpicos, pero pienso seguir en el mundo de la vela”. La declaración la hizo el entonces Príncipe Felipe tras su participación en la clase Soling de Barcelona, donde logró “un honroso diploma” con su sexta plaza junto a Fernando León y Alfredo Vázquez. En efecto, el actual monarca español continúa con la práctica de la vela y esta semana navega en la Copa del Rey, en Palma, donde hoy encabezará el homenaje que se va a rendir a los medallistas olímpicos de 1992. La fecha no está elegida al azar, porque este 3 de agosto se cumplen 25 años de tres de las cinco medallas, cuatro de oro y una de plata, que sumó España en el Port Olímpic. La vela es el deporte más laureado en nuestro periplo por los Juegos, con 19 podios: 13 oros, 5 platas y 1 bronce.
Aquel día se completó la cosecha de Barcelona con dos medallas de oro de Theresa Zabell y Patricia Guerra, en 470 femenino, y Kiko Sánchez Luna y Jordi Calafat, en 470 masculino, y una de plata de Natalia Vía-Dufresne, en la clase Europa. En la jornada anterior ya se habían bañado en oro Luis Doreste y Domingo Manrique, en Flying Dutchman, y José María van der Ploeg, en Finn. España se situaba con 9 oros y 1 plata. La progresión era tan galáctica, que se superaban registros en cada fecha. Por ejemplo Doreste, que ya había ganado en Los Ángeles 84, se convirtió en el primer español con dos títulos olímpicos. En ese selecto club sólo hay seis nombres actualmente. Uno de ellos, el único femenino, es el de Theresa Zabell, que volvió a campeonar en Atlanta 96. Otra protagonista de hoy. Otra pionera.