Un Clásico que arrasa en Miami
En la ‘capital de Latinoamérica’ no cuenta con estadios que ronden los 100.000 espectadores como otras ciudades de EE UU, pero la designación de Miami como sede del primer Clásico extranjero del siglo XXI ya es todo un éxito. Sí, se dio por capricho de Stephen Ross, dueño de los Dolphins y magnate que pujó por el amistoso imposible, pero el amor por Madrid o Barça entre los hispanos en este país hizo lo necesario para convertirlo en un evento paralelo en magnitud a la Super Bowl.
La organización no se ha lucido y los precios han rozado lo criminal, pero Miami todo lo perdona. Un doble de Cristiano de un sketch de Telemundo provocó hasta desmayos en South Beach, mientras que un tuit de Neymar anunciando su presencia en una tienda la colapsó en cuestión de minutos. Los medios locales consideran este el primer evento que suscito el interés de todas las comunidades locales: cubanos, haitianos, anglosajones, venezolanos... El Clásico de Miami está en boca de todos.